miércoles, 28 de noviembre de 2007

La esencia es recordar

Algo pasa en la meditación, algo que vivo y que me da idea de estar en la eternidad, en un continuo presente. Y esa sensación, difícil de describir, me libera del apego. Puedo meditar sin ningún interés, sin buscar nada. Puedo entregarme libremente a ese sólo estar, simplemente. Puedo ser yo sin temor de equivocarme. Puedo ser por un momento despreocupada de las cosas exteriores, ya que las percibo como eso: exteriores a mí.
Puedo amar plenamente sin temor de ser decepcionada, porque mi amor viene de adentro, y no es mío. Lo recibo de Otro.
Luego, al vivir mi vida de todos los días, muchas veces parece que se me olvida lo que experimenté.
Ayer decíamos con un amigo que la cuestión entonces es recordar.
Sólo recordar, para poder pasar por la vida libre y feliz, para ver pasar las nubes y sólo mirarlas, sin que se apoderen de mí, para amar a mis hermanos y hacerles sentir ese amor, para recobrar el estado de inocencia original y habitar en el continuo presente todas las horas del día, sólo basta recordar lo vivido en el silencio, la única realidad.

lunes, 26 de noviembre de 2007

desgana

Estos días estoy sin ganas de escribir.
Muchos alumnos, algunas preocupaciones.
Lo que no dejo nunca es de meditar, esté como esté.
Porque en ese momento soy yo misma, en el silencio, sin aparentar nada, sin decir nada, sólo estar.
Es el momento de la autenticidad.
Y me dije: ¿Por qué no compartir esta desgana? y aquí estoy.
Ya escribiré cosas mejores...

jueves, 22 de noviembre de 2007

Nubes

Algunas nubes cruzan mi cielo hoy.
Son parte de la vida. Y a pesar de tanto que leo y que trato de practicar, qué difícil me resulta convivir con ellas.
He meditado, y están ahí. Perseverar es la cuestión, sentarme igual. Estar simplemente.
Sólo observar. No analizar. No juzgar. No tratar de entender lo que no entiendo.
Esperar y confiar, en el AMOR que es capaz de atravesarlas y hacer brillar el sol en mí.
En medio de las nubes no veo nada. Y sin embargo intuyo que igual todo está bien.
Se necesitan las lágrimas para limpiar el alma, como las nubes que traen la lluvia, para limpiar los campos y el aire.
¿Quién dijo que el cielo tiene que estar siempre azul?




miércoles, 21 de noviembre de 2007

Círculos profundos

La meditación conduce a la confianza. Y es un ciclo, como la respiración.
Se necesita confianza para sentarse a meditar, ya que es un camino de aparente nada. Se entrega tiempo y ese "estar simplemente"
En la respiración, al exhalar, se entrega todo el aire hasta vaciarse.
Sin embargo, el don de la confianza renace y se refuerza cada vez.
Volvemos a tomar el aire en la inspiración, y vamos siendo tranformados, nuevas criaturas.
Se necesita confianza para meditar, y se recibe más confianza en ella.
Se necesita entregar el aire, para volver a tomarlo. Vaciarse, para ser colmados.
Ciclos, como el de la vida.
Círculos cada vez más profundos.



lunes, 19 de noviembre de 2007

Meditación caminante

Busqué algo sobre meditación deambulatoria, y al leerlo, pude comprobar que muchas veces camino con el cuerpo, pero mi mente está en el pasado o el futuro, o sea ausente del aquí y ahora. Entonces me pierdo de los pequeños detalles que hay en el camino, y se me pasan de largo las maravillas de cada tramo de mi vida.
Lo bueno es caminar atenta. Caminar cuando camino, eso es todo. porque el modo como camino es el modo como vivo.
Con la mente perdida, se me escapa la vida sin vivirla.
Y aunque vaya a alguna parte, caminar ya es haber llegado.

Dios está presente en mí, en este momento preciso y en este lugar.
No tengo que buscar en ninguna parte.




sábado, 17 de noviembre de 2007

el cansancio más profundo

Hoy un alumno me dijo que tiene cansada el alma.
Me impresionó mucho su comentario.
Decidí seguir mi clase depués de poner música suave, para que su alma pudiera arrullarse mientras trabajábamos.
Y me quedé pensando....

jueves, 15 de noviembre de 2007

Palabras significativas


Más o menos estas palabras dijo hoy un sacerdote en la Misa del día:

-Le preguntaron a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios. Y Él respondió: "El Reino de los Cielos no viene ostensiblemente… porque está dentro de ustedes"

No hay que salir a buscar. Está en nosotros. Hay que dejarlo salir. Para eso hay que vivir en el Espíritu, y dejar que surjan el hombre nuevo, la mujer nueva.

Espíritu está relacionado en su raíz con respiración. E l Espíritu es el aliento.

Como habla el libro de la Sabiduría: “La sabiduría es exhalación del poder de Dios”

Él exhala, y nos crea. En la inspiración recibimos ese regalo de nuestra creación. Y al exhalar volvemos a Dios. Es Él quien nos respira.

Como dijo Jesús, “Salí de Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y regreso al Padre"

El ritmo de la vida. Un ir y venir. Tomar el aire y regresarlo. Venir de Dios, volver a Él.

Vivimos tan atareados que se nos pierde la esencia de este ritmo, del devenir de la vida.

Sería bueno que nos detuviéramos seguido a observar nuestra respiración, en silencio, sólo tomando el aire y regresarlo, para volver a tomarlo, concentrados, atentos.

El resultado será una profunda trasformación...

Sus palabras me remiten a mis comienzos en la meditación. Este sacerdote fue mi primer maestro. Pero es la primera vez que habla de este modo en una Misa.

Será que algo empieza a cambiar?...



miércoles, 14 de noviembre de 2007

Amor contagioso

Hay como un fuego de amor en el corazón de los que meditamos. Lo siento en mí, y me quema. Lo puedo ver en mis compañeros de ruta, y me alegra la vida.
A lo mejor sea que llegamos a tocar la fuente del Amor, de donde nace todo. Porque veo que no viene de mí. Sólo me toma y se expande.
Mi corazón ama con un amor que es más grande que el mío. Otro ama en lugar de mí.
Por eso estallo de alegría y de agradecimiento.
También al comprobar que ese amor fluye como un río manso y es contagioso, pero no necesita sanar, porque no es enfermedad.
El amor inunda todo, y se impone a todo. Nada se le puede resistir.




Verdades enterradas

Para mí, como cristiana, Jesús es el centro de mi vida. Y cuando me enseñaron a meditar, lo descubrí por mí misma.
La meditación abrió mi ser al Ser, y de allí van surgiendo en su pureza las verdades, guardadas dentro mío por quien me habita.
Entonces ya no es leer, ni guardar conceptos que me fueron enseñando. Los conceptos y las palabras no valen frente a la realidad de lo que Es, y a ella no tengo que guardarla yo. Ya está allí y se va descubriendo con cada ir y venir de mi respiración. La realidad está presente en mí.
Sólo hay que desenterrar...
¡Benditos momentos de luz!!!

lunes, 12 de noviembre de 2007

Vivencia de atardecer

Ayer visité a mi hermana recién operada. Estuve un rato junto a ella, y cuando fui al comedor de su departamento, algo me llamó la atención en el balcón.
Salí para ver qué había, y me quedé inmóvil mirando, admirando el cielo oscuro de ese atardecer, los edificios lejanos con las luces de las ventanas ya encendidas, y de nuevo el inmenso cielo.
Había una Presencia allí, y mi espíritu, extasiado con el silencio y la quietud de ese momento, maravillado y desbordado de amor...Fue como contemplar la eternidad.
Regresé con mi hermana y le hablé de la meditación, y le enseñé.
Me dije que por un momento como el vivido, vale la pena este camino, tantas veces cargado de aridez, de nada.
Y llevo ese instante guardado dentro de mí...

domingo, 11 de noviembre de 2007

Silencio fecundo


El silencio es luminoso, como lámpara encendida

y a su vez es muy oscuro, como tarde anochecida.


De su seno brota todo, porque en él duerme el amor.

Allí se gesta la vida y se anuncia lo mejor.


Cuando me quedo sentada y se apodera de mí,

siento que me plenifica. Se me hace lindo el vivir.


Y deja huella en el alma de su paso sin apuro

Las cosas se ven más claras, y todo se vuelve puro.


Por esos momentos grandes en que me dejo invadir

siento que hay que dar la vida, y dejar las cosas ir.


Dios es cercano y amante, en el silencio interior

Fuente de vida fecunda, fresco remanso de amor.

Viaje al interior

Acerca del sentido que algunos le dan a la meditación, que es "ser conducido hacia el centro", puedo comprobar en mi vida que no soy yo la que viajo a mi interior.
La meditación no la hago yo. Es Otro el que me conduce. Es ese Otro el que la ha colocado en mí.
Yo sólo estoy allí, me quedo. Vivo el aquí y el ahora mientras respiro, y ella surge desde lo más profundo.
Por eso es muy simple, un dejar hacer, sin poner el intelecto, ni las ideas, ni los conceptos.
Despojada de todo, vacía, para que el Todo me habite plenamente...

¡Qué dicha en esos momentos !!

jueves, 8 de noviembre de 2007

Unidad

El mejor diálogo interreligioso que podemos tener es el que se consuma en el silencio.
Meditar con gente que piensa distinto y que tiene diferentes creencias, provoca la unión que mil palabras no pueden lograr, porque ellas expresan conceptos, y en eso diferimos precisamente.
Al sentarnos juntos, en silencio, surge del interior la igualdad.
Todos los seres vivos respiramos...


miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un regalo

Mi primer maestro en el camino del Zen me dio este escrito, y olvidé de dónde es:

"cuando volvemos a casa hacia nosotros mismos
la respiración bombea dicha en un enorme espacio
de silencioso ser.

Escuchando estas palabras el ego dice:
-Quiero esto. Tengo que trabajar mucho
antes de que pueda volver a casa.
Tengo que hacerme merecedor-

Pero el lugar que realmente nos nutre
nos recibe de una forma misteriosa
y realmente no le importa
lo que hemos hecho
o quién pensamos que somos
o qué imaginamos que necesitamos hacer"

Siento entonces que simplemente la meditación es un regalo,
que no se merece. Sólo se recibe.
Estoy profundamente agradecida a Dios, y a mi maestro, por el mejor regalo que he recibido en mi vida.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Silencio

Entre una palabra pronunciada y la siguiente, hay un espacio de silencio.
Y lo hay entre un pensamiento y otro, entre una ola de mar y la que viene detrás...
En él se gesta lo por venir, y descansa lo que ya fue.

Sólo es silencio contiene al que ES.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Maravillosa creación

Sentada en un banco del parque, en un momento, todo me pareció nuevo. La variedad de plantas, flores y árboles era como recién nacida. Los pájaros cantaban alegres, y mi corazón cantaba con ellos.
Estuve un rato allí, y me sentí unida a todo. Las ramas de un pino me protegían, el cielo azul profundo me enamoraba, las pequeñas nubes que pasaban me hacían sonreir, la brisa me acariciaba. Y yo allí, sentada, sólo respiraba...
Me sentí parte del paisaje, o más todavía: El paisaje mismo. Regresé agradecida y hasta emocionada. Regalos de mi Dios... Cartas de amor escritas en su maravillosa creación...


Momento

Es de noche, tarde. El silencio de las horas me invita al encuentro.
Es un momento apacible, romántico diría, y son pocas las palabras que lo alcanzan a expresar.
Atrás quedaron el trajin del día, las horas de la acción.
Llega el descanso, y la compañía amorosa de Aquel que me habita...
Sólo gratitud, confianza, amor... en el más profundo silencio...

jueves, 1 de noviembre de 2007

Bienaventuranza

"FELICES LOS QUE TIENEN EL CORAZÓN PURO, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS"

Tener el corazón puro es tenerlo vacío.
Un corazón que no está dividido, que ha logrado desprenderse de todo lo que lo ata y aprisiona, que dejó pasar las nubes en su cielo cada vez que estas aparecieron, que se mantuvo sereno y paciente esperando el fin de las tormentas, que no corrió en forma atolondrada cuando le llegó la oscuridad, que es capaz de amar sin medida desde su fondo y se expande en el amor, que late con la vida y se queda silencioso en ella, seguramente que ve a Dios, porque está junto a Él, que es la fuente de toda pureza. Se hace transparente y recibe de esa fuente, y luego lo da a otros.
Por eso, el que tiene un corazón así, sin duda es feliz.