jueves, 31 de enero de 2008

Cambio de óptica

Cambio de planes, y me quedo por cinco días más en la costa.
Los considero regalados, y los vivo con esa óptica. Entonces todo me parece más radiante, y el tiempo se me pasa más lento. Cambio de óptica, y todo cambia.
¡Qué bueno poder hacer eso con el tiempo de la vida!
Como es regalo, cambiar la óptica y que entonces todo cambie.
Siento que la meditación me conduce a eso, aunque yo sea tan dura y me resista muchas veces.

martes, 29 de enero de 2008

Inclemencias

Estos días son ventosos y frescos. En la playa cuesta quedarse a causa del viento. De mañana temprano, he meditado igual, en medio de la inestabilidad que me circundaba, y pude estar en armonía con tanto movimiento de arena, con tanto ruido de viento en los oídos y de mar embravecido. Lo bueno de la meditación es que no depende de nada. Se lleva a todas partes, no ocupa lugar, está al alcance, y no necesita de buen tiempo o de buena disposición, porque la esencia es hacerlo igual.
Sólo necesita que yo esté, y soporta todas las inclemencias exteriores e interiores.

viernes, 25 de enero de 2008

La luna en el mar

Son hermosas estas noches porque la luna sale tarde y se refleja en el mar. Entonces sus aguas se vuelven plateadas y la espuma de las olas muy blanca.
Entonces hasta la arena brilla, y parece que todo canta una canción de amor.
Entonces aspiro el aire y con él entra en mí toda esa belleza, que me llena de alegría.
Entonces al exhalar devuelvo aire cargado de agradecimiento y entrega a quien me regala estas cosas.
Entonces no puedo hacer otra cosa que amar porque me siento inmensamente amada.
Y al regresar a mi cuarto, y meditar antes de dormir, queda en mí un diálogo amoroso sin palabras que me revive y me hace nueva, me refresca y me da paz.

martes, 22 de enero de 2008

Tesoros a mi alcance

El mar me muestra sus riquezas a cada momento, y sentada frente a él no dejo de agradecer el maravilloso regalo de su belleza.
Me quedo absorta contemplándolo durante horas, sin pensar, sin analizar nada, sólo estando, como al meditar. Es que al estar así, simplemente, en realidad medito.
Y van pasando los días de mis vacaciones, descanso que necesitaba, y por el que me siento feliz.
El amor que nace en mi centro, y que no es mío sino que lo recibo como regalo, se difunde, se expande fuera de mí y abarca todo lo que me rodea.
Al estar más descansada puedo percibirlo con claridad, y me llena de paz. El mar que me cautiva y el amor que me inunda.
Maravillosos tesoros que están a mi alcance sin que yo haga nada de mi parte para obtenerlos.

viernes, 18 de enero de 2008

Volver a casa

¿Qué estás haciendo ahí, tantas veces preocupada por cosas que no son del presente?
Es la pregunta que Alguien me hace cada vez que me siento ansiosa. Y ese Alguien me invita a volver a casa, a mi centro, donde no hay más que presente. Allí la ansiedad no tiene sentido, porque es un estado mental por algo que no es en ese momento.
Siempre volver a casa. Porque al irme todo se desdibuja y aparecen las contradicciones del afuera. Y para volver sólo tengo que sentarme en silencio, quietud y atención.
¡Qué maravilloso es conocer el camino para volver!!!

jueves, 17 de enero de 2008

La fuerza del mar

Ayer estuve sentada frente al mar, en una tarde muy ventosa. El mar furioso y muy violento, ganando terreno todo el tiempo, hasta que quedé atrás, contra los médanos en los que termina la playa, con el agua en los pies.
Lo observé con atención. Me sentí desbordada por su potencia y su bravura.
No estaba meditando, pero en el mismo acto de observar con atención la meditación me invadía.
Lo relaciono con los momentos tormentosos de mi vida, cuando los problemas o las incertidumbres me superan, y yo quedo acurrucada en un rincón para que no me aplasten.
Lo que debo hacer es estar atenta, observar, siempre estar, también en esos momentos.

miércoles, 16 de enero de 2008

Oscuro y a la vez luminoso

Ayer al anochecer, medité junto con mi hermana frente al mar. Fue una experiencia maravillosa. Me sentí muy unida a ella, y a todo.
Voy comprobando que este camino, a la vez que oscuro y bastante incierto, que me desconcierta en algunos momentos, también es luminoso y seguro.
Lo que debo aprender es que la seguridad no me la proporciono yo con mis métodos y razonamientos, sino que me la regala Otro, Aquél que es en sí mismo luz, Aquél que me llama cada vez a adentrarme más en lo desconocido abandonando las seguridades humanas, en pos de su presencia silenciosa en mi centro. Lo seguro aparece al abandonar mi propia seguridad.
No me canso de agradecer por esto, y quedo en silencio, sentada, respirando sin pensar.

martes, 15 de enero de 2008

Elegir la mejor parte

Por cada vez que dejo de hacer mis cosas de todos los días y me siento a meditar, percibo que estoy eligiendo la mejor parte, como en el Evangelio de Marta y María, la que no me será quitada.
Entonces ya no tienen cabida esas incertidumbres que cruzan mi cielo como nubes, aunque sigan estando. Es verdad que no estoy sola. Somos muchos en este camino, y si bien suele ser oscuro y despojado de magia, es real, y está inundado del Amor que nace en el centro y desde allí se expande.
Dios se encarga de poner siempre ángeles que nos reconfortan, y sólo nos pide la perseverancia en el estar, en silencio, quietud y soledad.
Maravillosa la oscuridad del camino porque conduce a la Luz.
Gracias al Señor y a todos esos amigos que acompañan y me llenan de felicidad!!!

lunes, 14 de enero de 2008

El camino del silencio

A medida que pasa el tiempo en este camino que voy transitando, muchas máscaras se van cayendo y voy abriendo los ojos a la realidad, que no es tan mágica como lo que venía viviendo hasta hace un tiempo. Eso me duele. Es como despertar de un sueño hermoso y comprobar que sólo era eso: Un sueño. Como salirme de un camino seguro y protegido para entrar en otro incierto y oscuro.
Pero a pesar de la nostalgia por la seguridad perdida, intuyo que esto me conduce a la Verdad, a la Plenitud, a la Vida, al Amor verdadero.
A ciegas, conducida por Alguien por el sendero del silencio, respirando el aire nuevo que recibo, sólo me resta seguir adelante, sin mirar lo que dejé.
Quedarme, estar simplemente, respirar, confiar, amar.

viernes, 11 de enero de 2008

Mi ego

Respirando sentada frente al mar, me descubro cada vez más pequeña. Entonces también mis problemas son algo insignificantes. Sin embargo, por allí anda siempre mi ego queriendo agrandarme, y entonces me empiezo a preocupar por las cosas, más de lo que ellas en realidad merecen. Y resulta que él va conmigo a todas partes, y me cuesta desprenderme. Sé que no es bueno para mí hacerle caso, pero muchas veces me encuentro más aferrada a él de lo que creía.
De última, me queda sonreirle con paciencia, y aceptarlo para que no me moleste.
Cuando respiro hondo frente al mar el ego sufre un golpe inesperado, y se molesta por eso.
Lo deberé trascender, como tantas otras cosas que hay en mí.
La práctica paciente y perseverante de la meditación es mi aliada. Todo va a estar bien.

martes, 8 de enero de 2008

Atardecer en el mar

Hoy el atardecer frente al mar fue majestuoso. Los colores del cielo daban la sensación de una fiesta, y se me contagiaba la alegría.
Los mismos colores se reflejaban en el agua, y había música en las olas.
Y el aroma de mar me embriagaba, y las gaviotas me sobrevolaban felices.
Aspiraba el aire profundamente, y recibía en mí toda esa energía de amor que me cautivaba.
Y al exhalar el aire devolvía amor como podía.
Una tarde maravillosa!!

domingo, 6 de enero de 2008

Lo único importante

Un amigo me recordó hoy que la contemplación no es importante, sino Dios.
Hay una gran verdad en eso. Y en realidad yo medito para dar con mi centro profundo, donde Él habita, donde está la fuente del Amor y del Bien.
Allí nace todo, y desde allí se irradia al entorno en el que vivo.
Dios es lo único importante, y centrar la vida en Él hace que valga la pena vivir.

sábado, 5 de enero de 2008

La grandeza del mar

Frente al mar, envuelta en su inmensidad y su omnipotencia, me siento siempre pequeña. Al estar allí, aspiro profundamente y recibo algo de la grandeza que me rodea, y al exhalar entrego mi pequeñez.
Me dejo un poco a mí misma en cuanto me voy haciendo una con lo que está allí, y entonces los problemas que a veces me acosan se ven insignificantes.
Sólo estar allí, simplemente. Nada debo aparentar, nada debo analizar, ni siquiera me tengo que apurar. Sólo estar, y observar...

jueves, 3 de enero de 2008

Tormenta

Ayer medité en medio de una tormenta, con unos rayos impresionantes que caían en el mar, y un ruido ensordecedor. Inmóvil, sentí algo así como que la tormenta pasaba a través de mí.
Y me dije: De nuevo los torbellinos de la vida, y sólo hay que quedarse sentados y respirar, sólo estar otra vez. Respiraba profundamente y entraba en mí el aire fresco con olor a lluvia. Un verdadero regalo. Mi corazón latía con serenidad en medio de toda la confusión.

martes, 1 de enero de 2008

Vacaciones

Estoy de vacaciones en el mar.
La cercanía de su fuerza y su belleza me llenan de alegría, y desde el centro de mí misma me nace un canto de agradecimiento al Señor.
Respiro profundamente y entra en mí el aire puro y limpio, a la vez que al exhalar entrego el resabio de todo un año vivido en la ciudad.
La meditación se me hace más vida aquí, y el arrullo del canto de las olas me eleva.
Sólo agradecimento, y amor...