martes, 24 de junio de 2008

Cuando medito

Cuando medito expreso mi naturaleza esencial, y soy yo misma presente, respirando.
Estoy rezando cuando medito? Yo siento que ni siquiera eso. Sólo estoy siendo.
El espacio se vuelve inmenso, y el tiempo no transcurre, deja de ser.
Hay una consciencia quieta, que está presente, unida a todo.
Hay un Amor inalterable, que no puedo perder, porque es en mí indefinidamente.
Y sin dejar de ser, me diluyo en ese amor, y floto en Él.
Cuando medito no me puedo perder, porque estoy en casa.

martes, 17 de junio de 2008

El Mandamiento del amor

Había estado pensando por años cómo sería eso de vivir amando que enseñó Jesús.
Me decía que yo no amo como Él, que no amo a todos de la misma manera.
Con la meditación voy descubriendo que el Amor que hay dentro de mí, que es como una fuente cuyo origen no está en mí, sino en Aquel que me habita y ama en mí, no es un amor emotivo. Simplemente ama porque es su esencia, como la flor que perfuma o el pájaro que canta.
Se difunde, y como sólo es Amor, abarca a todos y a todo, ya que no evalúa ni pone etiquetas. Todo es bueno en Él.
Voy comprendiendo entonces qué significa eso de que el Reino de los Cielos está dentro de mí, al alcance, presente aquí y ahora, y que es un Reino de AMOR.
Sentada en silencio o viviendo cada día de mi vida, respiro ese amor, que es gratuito y universal, eterno y constante, y que nada ni nadie me puede quitar.

lunes, 9 de junio de 2008

Mis amigos

Los amigos verdaderos lo siguen siendo aunque las tormentas amenacen y todo parezca desmoronarse. Ellos esperan en silencio cuando los herimos con nuestros nerviosismos y las deficiencias de nuestra personalidad. Ellos saben que volveremos, que despertaremos del sueño que dormimos. Ellos nos alientan cuando lo necesitamos, ellos quedan siempre a la distancia justa. No nos ahogan ni nos abandonan. Ellos son capaces de salirse de sus propios límites personales siempre que descubran que necesitamos su ayuda. Ellos tienen una palabra para nosotros, que puede no aportar la solución, ya que no lo saben todo, pero sí hacernos saber que nos tienen en cuenta. Yo doy las más profundas gracias por mis amigos, y espero ser siempre para ellos algo de lo que ellos son para mí.
Mis amigos están presentes dentro mío, y cuando medito estoy más unida a ellos que nunca.
Los amigos son un tesoro, que con su amor reflejan el Amor de Dios.

jueves, 5 de junio de 2008

Brisa suave

Lo que aprendo en el silencio, no se puede comparar con nada de lo que está escrito.
No me vale leer sobre la meditación, sino sólo meditar, sumergirme, y comprobar por mí misma, que ese silencio resulta amoroso y liberador, amplio en espacio y tiempo, pleno de todo aquello que es.
Y no importa que esté yo bien o mal, serena o nerviosa, triste o alegre, confiada o temerosa. Esas emociones humanas no llegan allí, a las profundidades de mí misma.
Sólo importa estar, tener la determinación de volver siempre, sin buscar nada en absoluto.
Sólo en el silencio de la meditación puedo descubrir la fuente del Amor, y comprobar que fui creada a imagen y semejanza de Dios.
Después, cuando vivo el resto del día, queda la brisa suave del encuentro grabada en mi andar, y se lo puedo contar a otros, para que ellos también se decidan a sentarse y meditar.