jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad

Si juntara las reflexiones que las personas me enviaron sobre la Navidad, una por una valiosas en sí mismas, podría escribir un libro y publicarlo. No sé si llegaría a ser una publicación famosa y masiva. Lo que sí sé es que sería auténtica.
Algo intentaré resumir sabiendo que las palabras siempre se quedan cortas.

"No hay por qué correr, no hay por qué apurarse, y no hay adónde ir, ni dónde buscar.
Porque la Navidad es aquí, dentro mío, y ahora, en cada instante.
No una sola vez al año. Cada despertar es un nuevo nacimiento, y hay muchos despertares en esta vida.
Me quedo con el silencio de la Noche de Belén dentro de mí, y con la dulzura del Niño y de su Madre, que me invitan a tratar de imitarla para con mis hermanos. Vivir la fiesta desde el corazón, es tener el centro de mi ser silencioso y disponible."

¡FELIZ NAVIDAD!! Para todos!!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Nueva visión

Todo lo que está a mi alrededor, las personas que se me acercan o con las que me cruzo, tanto las que están de paso por mi vida como las que se quedan un tiempo, los hechos que van aconteciendo, fuera y dentro de mí, tienen un mensaje de vida, si lo sé descifrar.
No importa tanto de dónde viene el mensaje, sino el contenido. No importa si yo considere bueno o malo lo que está pasando. Esos son análisis subjetivos.
Importa vivir, y ahí está el mensaje, en el mismo vivir.
La meditación me va dando una visión diferente de la que tenía, y no hay vuelta atrás en esto.
El tiempo de vivir es ahora, sin ayer ni mañana.
Y el ahora no es mejor ni peor, si no se tiene con qué compararlo.
Todo este panorama me llena de paz y de alegría. Sólo es el Amor el que llena los momentos.



jueves, 4 de diciembre de 2008

Espacio de libertad

Este camino que recorro me va conduciendo a un lugar más espacioso. Me saca de mis límites, y me instala en una zona de libertad.
Descubro que ser libre no significa solamente hacer lo que quiero o ir donde quiero, porque eso sería estar a merced de mis deseos y estados de ánimo, y ya no sería libertad.
Tampoco es vivir colgada de mis ideas, creencias, o lo que mi mente pueda analizar.
Hay algo que está más allá de todo eso, algo que lo trasciende todo.
Este modo de libertad me permite aspirar con serenidad el aire, vivir sin más.
Y surge desde mi interior, como algo natural, que no depende de nada para ser.
Mi yo profundo está más allá de mí y ¡qué libre me siento cuando le dejo el lugar!
El Amor que me habita hace su obra, y me devuelve al sendero de la realidad, al terreno de la verdad. Y "la verdad me hace libre", y también feliz.