sábado, 17 de enero de 2009

Presencia

Era el atardecer. El mar tenía un color hermoso y murmuraba su canto contínuo. A lo lejos, algunas gaviotas volaban y aparecían iluminadas por el reflejo del sol. Muchas personas jugaban diferentes juegos playeros. Bandadas de palomas cruzaban el cielo, que formaba con sus nubes hermosos dibujos. Detrás mío, una banda tocaba su música, como lo hace desde hace muchos años.
Al prestar atención a la letra de la canción, escuché: "Dios, perdona, pero no se dónde estás"
Sonreí al escucharla. Unos niños pequeños bailaban en la orilla al compás de la música. Ellos sí sabían dónde estaba Dios, y lo festejaban.
Me quedé percibiendo el otro lado de la letra que escuchaba, ya que no podía encontrar nada en lo que Dios no estuviera.
Sensación de plenitud, de confianza y de amor.

sábado, 10 de enero de 2009

Simplemente estar

Estos días son especiales, porque estoy en la costa, y el paisaje que se ofrece a mi vista es hermoso, y sobre todo muy abierto, amplio.
Meditar frente al mar es muy lindo, y me siento parte del paisaje que veo y en el que habito.
Ya habrá tiempo de escribir, de trabajar, de hacer. Ahora es tiempo de descanso para mí, y me siento muy bien así, y el silencio se me hace más hondo todavía.
Es ocasión de agradecer, y más que nunca de estar simplemente.