martes, 28 de abril de 2009

La llama de la fe

Por momentos pareciera que la verdad no le interesa a nadie, que es un valor olvidado. Por momentos todo se vuelve absurdo, el camino se nubla, y no se ve nada.
Pero igual sigo caminando, porque la Verdad ES. Aunque no la querramos ver o perdamos interés en ella, el absurdo puede esfumarse en su presencia. Porque el camino está trazado, aunque no lo vea en todo momento.
Y porque el Amor lo trasciende todo, y lo ilumina todo, y vale la pena seguir, con la llama de la fe encendida.
¡Qué lindo poder sonreír cuando todo está oscuro!


sábado, 25 de abril de 2009

Por qué medito yo

Alguien me preguntó hace unos días por qué medito.
¿Qué me impulsa a sentarme sin hacer nada, quieta y silenciosa, a la mañana y al atardecer? Y no encontré en el momento las palabras justas.
Pero si indago dentro mío la causa, medito porque allá en mi ser profundo con el que tomo contacto en el silencio, habita el que me está llamando todo el tiempo.
O sea que meditar para mí es acudir a un llamado que intento responder.
La búsqueda de toda mi vida, sin creerme que ya "he alcanzado la meta", como dijo San Pablo, me lleva a mis profundidades. Es como una nostalgia, el recuerdo del sello que Dios puso dentro mío, que me guía hacia allí.
Medito para encontrar al Amor gratuito y eterno, que surge como una fuente y se rebalsa, cuando lo dejo ser.

domingo, 19 de abril de 2009

Mensajeros del Amor

Regresé a casa muy tarde, en un remis, y el chofer iba atento a los grupos de jóvenes en las esquinas, y me manifestó su inseguridad.
Yo miraba las copas de los árboles, iluminadas por las luces amarillas de las calles, y que formaban un techo frente a mí, porque sus ramas se entrechocaban desde una acera a la otra.
Los árboles me despertaban una confianza. Los veía como mensajeros del Amor que está por encima de todo, más allá de todo.
Los dos estábamos insertos en la misma realidad, la de la noche en Buenos Aires. Pero el momento tiene diferentes facetas. Los grupos de jóvenes que estaban en las esquinas eran parte del paisaje, y los árboles también.
Unos producían cierto temor en el señor que conducía el auto, los otros me susurraban a mí el mensaje del Amor.

miércoles, 15 de abril de 2009

el corte y la poda

"Yo soy la vid y mi Padre es el viñador. Él corta todos mis sarmientos que no dan fruto; al que da fruto, lo poda para que dé más todavía".
Cortar, podar. ¡Y cómo duele la poda!
Pero con menos ramas y sarmientos, se puede ver con más claridad.
Sin frutos de Amor, hasta la meditación se vuelve estéril en quien la practica. Es como que se marchita. El corte y la poda me harán crecer seguramente, en lo que se espera de mí, que es el amor, ese Amor que gratuitamente reside en mi ser profundo, que no debiera encontrar en mí barreras para expresarse.

sábado, 11 de abril de 2009

Sólo hay que soltar

La angustia es como sentirme ahogada, pero en realidad nada lo está haciendo en mí. Soy yo, que no quiero soltar. Digo y leo, entiendo, pero no lo llego a experimentar, porque me aferro a lo que creo que tengo, y entonces me encierro.
Hoy solté algo que temía dejar ir. Mi mente, que estaba tan alborotada, quedó en silencio.
Me sentí sorpresivamente serena, y espero con esto aprender algo.
Hay que soltar todo, para poder respirar, vivir.

domingo, 5 de abril de 2009

Nubes y noche oscura

Día de angustia, como de tristeza. Una nube se cruzó en el camino, y es verdad todo lo que dicen de que yo no soy mis emociones, ni mis sentimientos, pero ahí están, y pesan.
Como nubes que son, sé que pasarán. Contra mi primer instinto, que es el de huir, trato sin embargo de no escapar a esta experiencia, porque es parte de mi humanidad, y algo aprendo de estas cosas no queridas. En algo me hacen crecer.
Detrás de la noche, siempre viene un nuevo día, aunque la noche parezca demasiado larga a veces.