domingo, 30 de agosto de 2009

Estados de ánimo

Por momentos, el ánimo parece como que se revuelve , o se des-armoniza, y hasta los sueños se alteran. Es allí donde encendemos la antorcha para iluminar lo que hemos ido descubriendo en este camino de oración silenciosa y profunda. Es el momento de recordar, con más nitidez, que nosotros no somos nuestros estados de ánimo. El momento de darnos cuenta de que no hay mejor o peor, bueno o malo, porque esas fronteras las creamos nosotros cuando ponemos límites, de acuerdo a las estructuras mentales que tenemos incorporadas.
Es el momento de saber, aunque no lo sintamos, que Dios está presente también en ese estado que no nos gusta, y que no tenemos menos vida cuando nos sentimos así.
Momentos de crecimiento en realidad, porque el malestar a lo mejor nos revela que hay algo que trascender, algo que cambiar en nuestro interior, y lo hará siempre que estemos dispuestos y atentos. Entonces, hasta puede llegar a ser una bendición insospechada...

sábado, 15 de agosto de 2009

Caminos de oración

Cuando al orar descubrimos el silencio y la quietud, ya no hay vuelta atrás. Las palabras hacen ruido y no expresan nada en realidad. Pero cómo nos cuesta darnos cuenta de que orar no quiere decir hablarle a Dios. Cómo nos cuesta aceptar que la unión plena que tenemos con Él se hace consciente en el silencio. Porque Dios no pasa por nuestros sentidos ni por nuestra mente, es que tenemos que salirnos de ellos, ir más allá, allí donde no hay nada y está todo. Parecerá que estamos yendo a contramano del ruido del mundo y de nuestro propio ruido.
Pero hagamos la prueba: Silencio y quietud. Y con el tiempo, experimentaremos asombrados el mundo maravilloso que el ruido y el movimiento nos ocultan.