viernes, 4 de noviembre de 2011

Sí a la Vida

Decir que sí a lo que es, que es el sí a Dios en cada momento, nos libera de cálculos y evaluaciones inútiles. La confianza en Él es lo que da origen a nuestro sí, y a la vez el sí aumenta nuestra confianza.
Todas las cosas pueden ser, cuando quedan libres de nuestro juicio mental. El camino del sí incondicional y de la confianza nos conduce hacia la verdadera paz.

La vida es plena en todo momento. Cuando meditamos, trabajamos, viajamos, estando en compañía de amigos, familiares, compañeros, o solos, viviendo un momento al que catalogamos como alegre, o uno al que llamamos triste.

La vida es lo que hay aquí y ahora. Lo importante es que nosotros estemos presentes en ella. Si nos detenemos a analizar, calcular, imaginar, anticipar o recordar, la vida seguirá fluyendo y nosotros estaremos en otro lado.

El sí a la vida, y estar presentes en ella, es un sí a Dios..
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