El objetivo de mi vida debe ser vivir plenamente en el Amor, para que a cada opción que se presente elija aquella en la que ame más. Amor que proviene de la Fuente que hay en mi interior, aquella que Dios puso y que Él mismo alimenta. Entonces las cosas que me vayan ocurriendo serán todas ocasiones para desplegar la acción que el Amor inspire en cada momento.
El Amor no es estático. No es algo que simplemente se siente, no es quedarme disfrutándolo solamente, sino que se expresa en acciones. ¿Y a quién amar? La respuesta es que no hay límites en esto, y que el corazón se va ensanchando a medida que ama, para abrirse a todos los que se cruzan en el camino.
La oración de Jesús va dando en mi la claridad necesaria, el tiempo apropiado para cada acción, el espacio para vivir amando, y la atención para darme cuenta del cómo a cada instante, a medida que voy viendo el modo en que Él me ama a mí.
Mi primera misión es la de repetir el Nombre de Jesús con la disponibilidad y la determinación de seguir su Camino.
¿Será mi egoísmo derribado finalmente, para que mi amor se extienda sin medida?... Aunque me veo pequeña en el amor, tengo la audaz esperanza de crecer... porque mi confianza no está en mí, sino en Él.
lunes, 13 de diciembre de 2010
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