El mejor diálogo interreligioso que podemos tener es el que se consuma en el silencio.
Meditar con gente que piensa distinto y que tiene diferentes creencias, provoca la unión que mil palabras no pueden lograr, porque ellas expresan conceptos, y en eso diferimos precisamente.
Al sentarnos juntos, en silencio, surge del interior la igualdad.
Todos los seres vivos respiramos...
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