Llega el fin de este año, y como siempre, parece que la mente necesita hacer balances de lo que fue, y proyectos para lo que vendrá. La realidad, sin embargo, va por otro lado. La vida transcurre, independiente de nuestros análisis del pasado y el futuro. La vida es en el presente, y el cambio de año no la afecta.
El alzar de las copas para el brindis es símbolo de celebración, junto con todos, de la vida en sí, así como es. Y todos no es sólo aquellos que compartimos ese momento, sino literalmente todos los que compartieron el año, aunque no estén presentes ahí. Ampliando el panorama, podemos preguntarnos: ¿Quién no compartió el año con nosotros, aunque no lo conozcamos personalmente? O aunque no sea de los nuestros, o aunque no sea de nuestra simpatía?
En Dios estamos todos unidos, y esa realidad se hace bien patente cuando meditamos, ya que en el silencio surge inevitablemente la unión. Su amor es para todos.
Por eso, ¡¡FELIZ AÑO NUEVO PARA TODOS!! Y como dice siempre un gran amigo: "Mi todos es muy grande, todos son todos".
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2 comentarios:
Hola Blanca:
Que todo sea, acepto lo que es...más allá de las fechas lo que celebramos es la vida.
Un brindis por estos contactos, por este compartir desde la unidad.
Besos.
Es para celebrar la vida, algo para hacer cada día.
Te dejo mis mejores deseos para este nuevo ciclo.
Feliz 2010!!para todos!!
Besos:)
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