Ocurre a veces que los pensamientos se alborotan, y empieza la mente a dar razones y explicaciones hacia dentro y hacia afuera, y no podemos callar lo que está en ella, pero tampoco lo podemos expresar con serenidad, porque hay un tumulto en el interior, y las palabras salen desordenadas y enojadas, ¿Qué hacer entonces?
¿Podemos darle a nuestra mente la orden: Cállate, y así sin más se va a callar? ¿Podemos intentar la amabilidad, y decirle: ¿Te puedes callar, por favor? ¿Podemos dejar de escucharla?
Si en medio de la tormenta por un instante hay silencio, y eso es un verdadero logro en este estado de cosas, entonces podemos deslizar suavemente la atención hacia un lugar más profundo, en el centro, para descansar y recuperarse. Pero no siempre podemos estar en el centro mientras el parloteo de los pensamientos reclama la atención, porque tienen algo para decir, o porque simplemente están ahí.
A lo mejor la manera sea pedirles que hagan su reclamo en forma concisa y clara, y ponerles toda la atención. Cuando hayan dicho lo que tenían que decir, llevar ese manojo de cosas al centro, y en el silencio observarlos sin juicio, para resolver las cuestiones que plantean. Dios está allí, dando claridad y amando.
Los que meditamos no estamos libres de estos momentos de tormentas, y hay algo que aprender en ellas...Lo bueno es que son transitorias, y llegará la calma...
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4 comentarios:
ASI ES GRANDES REMOLINOS DE DECISIONES QUE A VECES QUEDAN EN LA IMAGINACIÓN Y LUEGO PASA. HAY QUE RESPIRAR PROFUNDO!!!!!!!!!!!!!!
UN BESOTE
Gracias por visitar y comentar, Roxana. Todo pasa, y respirar profundo sería lo que nos da el tiempo para despertar, y no aferrarnos a nada transitorio, sino a lo eterno, que es el Amor.
Te mando un abrazo.
Qué hacer entonces? nada, ellos se irán , sin imposiciones, sin más ,como viajeros que van y vienen mirando pero sin molestarnos de que pasen
en el silencio todo se diluye, , todo es claridad , ya nada importa
que entrada tan clara y sencilla, gracias querida Blanca, por poder entrar en tu espacio
abrazos
Gracias a vos, Arianna, por entrar. "En el silencio todo se diluye, todo es claridad, ya nada importa".
Me quedo con estas palabras. Todo pasa, pero en el silencio descubrimos aquello que permanece.
Te mando un abrazo
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