Y los hechos que no nos agradan, o en los que hemos sufrido mucho, o que estamos sufriendo ahora, son como atajos en el camino, porque nos dejan vulnerables, como rotos, (y a esto se refiere la gente cuando dice que tiene roto el corazón), abiertos a recibir el amor que ayude a reparar la herida, y a la reciprocidad de dar amor desde el lugar en el que se está.
Nada impide que el Amor se expanda. O colaboramos porque nos dimos cuenta, o simplemente nos quedamos, pero la corriente no se detiene con nosotros, sino que se desvía y nos perdemos la oportunidad de ser parte de ella.
En el silencio interior, allí donde Dios nos habla sin palabras, nos susurra su Amor, y nos atrae hacia Él, descubrimos que no es tan importante pasarla bien simplemente, sino vivir con esa convicción de que el Amor es la única Realidad, y que se puede amar y ser amados en cualquier circunstancia.
2 comentarios:
Hermosa tu entrada Blanca, todo es amor sólo nos falta descubrirlo y vivenciarlo cada día.
Un abrazo.
Recién hoy veo tu comentario. Ando lenta con estas cosas. jajaja. Muchas gracias, Delia. Es verdad, "todo es Amor" Descubrirlo y vivir en él es la tarea de las tareas. Te mando un beso.
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