Sin embargo, la determinación de hacerlo hace que en un determinado momento, sin siquiera saber cómo, algunas cosas se vayan soltando, y se va aliviando la tensión que me generaba el aferramiento.
El alivio llega al soltar todo. Pero una vez que empiezo a experimentar ese alivio, parece como que se facilitan las cosas, y se van terminando de soltar solas.
Ni siquiera sé bien qué es lo que se suelta. Tampoco me doy cuenta del todo qué falta soltarse. Sólo sé que el camino sigue y sigue, y mucha parte de él la recorro en oscuridad, pero con la confianza de estar unida a la Fuente de Amor, Dios, que guía a todos hacia su encuentro.
Otra cosa que sé, es que este camino no tiene vuelta atrás. Nada es igual que antes en mi modo de ver mi vida, en el modo de estar en ella. El hecho de pensarla tanto, me condujo a darme cuenta de que la vida tengo que pensarla menos, porque me pierdo de ella pensando, tratando de controlar. Sólo tengo que vivir, eso es todo...
4 comentarios:
Observar que está pasando dentro de nosotros, observar sin ningún prejuicio, sin juicios
Me alegra volver a encontrarte
un abrazo
Así es, Arianna. Observar simplemente. Gracias por comentar. Estoy un poco perdida del blog.
Te mando un abrazo
Me agradó este pensamiento. El apego a las personas o las circunstancias en la vida, te lleva al sufrimiento. Es tu egoísmo por querer tener el control de todo y poseerlo todo, por desear que las cosas sean como tú quieres, pero cuando descubres que no es así, generas una gran tristeza y emociones negativas.
Qué maravillo es ser libre al aceptar que todo cambia, que las personas y circunstancias en tu vida van y viene, y que el mundo sigue girando. Dejar ese control, es alcanzar una mejor vida sintiéndote en paz y feliz.
Amelia
Estoy realmente agradecida por haberte encontrado hoy, siento alivio , me siento acogida. Dejar ese control es alcanzar una mejor vida. Que la paz y felicidad llegue a todos nostros
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