Es de noche, tarde. El silencio de las horas me invita al encuentro.
Es un momento apacible, romántico diría, y son pocas las palabras que lo alcanzan a expresar.
Atrás quedaron el trajin del día, las horas de la acción.
Llega el descanso, y la compañía amorosa de Aquel que me habita...
Sólo gratitud, confianza, amor... en el más profundo silencio...
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2 comentarios:
despues de leer eso, no queda mas que guardar dichoso silencio :)
Claro que sí. Todo se consuma en ese silencio, que como decís es dichoso.
Un abrazo
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