De nuevo las tormentas, exteriores e interiores. Si hasta el aire que respiramos en esta ciudad donde vivo está enrarecido, a causa del humo que despide la quema de muchos kilómetros de pastizales. Toda la ciudad está cubierta de humo, y hasta dentro de mi casa está presente, desde hace varios días.
Sólo caminar en las tinieblas, sin nada a lo cual aferrarme, nada que esté claro y luminoso.
De nuevo cavar más adentro, donde no llegue el humo, donde la tormenta no hace ruido, donde las dudas que hay en mí resplandecen a causa del Amor.
Porque igual debo seguir. Sentarme a meditar en medio del humo, estar aquí, presente, y RESPIRAR!!
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3 comentarios:
Lo que decís es verdad. Aquí en Buenos Aires el humo nos está dando muchos problemas. No escapo al hecho de estar molesta por eso, y eso se deja ver adentro mío.
Gracias a Dios, la meditación no necesita que se vaya el humo.
Gracias por tu comentario.
que la fuerza os acompañe!
Muchas gracias por tus buenos deseos, y por visitar mi página.
Saludos.
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