sábado, 17 de enero de 2009

Presencia

Era el atardecer. El mar tenía un color hermoso y murmuraba su canto contínuo. A lo lejos, algunas gaviotas volaban y aparecían iluminadas por el reflejo del sol. Muchas personas jugaban diferentes juegos playeros. Bandadas de palomas cruzaban el cielo, que formaba con sus nubes hermosos dibujos. Detrás mío, una banda tocaba su música, como lo hace desde hace muchos años.
Al prestar atención a la letra de la canción, escuché: "Dios, perdona, pero no se dónde estás"
Sonreí al escucharla. Unos niños pequeños bailaban en la orilla al compás de la música. Ellos sí sabían dónde estaba Dios, y lo festejaban.
Me quedé percibiendo el otro lado de la letra que escuchaba, ya que no podía encontrar nada en lo que Dios no estuviera.
Sensación de plenitud, de confianza y de amor.

3 comentarios:

Marcelo Aguirre dijo...

Hola Blanca! muy serena tu reflexión, y transmite esa serenidad. Gracias! Muy lindo tu blog, y profundo! Saludos. Marcelo

Blanca dijo...

Muchas gracias por visitar mi blog, y me alegra que te guste. Escribo en él mis vivencias personales. En este camino de la meditación que he elegido, me voy dando cuenta de que la serenidad llega sola, y muchas cosas más. Sobre todo esa percepción tan clara de que la fuente de la Vida y del Amor están en mi centro, al que llego por medio del silencio.
Te mando un saludo.

Delia dijo...

Según Kabir Dios está en todo lo que respira...y no hay duda que en la respiración encontramos uno de los contactos más íntimo con lo divino.
Un abrazo.