Y si me animo de una vez por todas a ni siquiera tener que aceptar las cosas que me pasan, porque ellas simplemente son, y mi mente ya no las juzga?
Y si dejo abrirse en mí ese espacio que es infinito, y lo dejo que esté allí, vacío?
Todo eso lo leo, lo entiendo, pero.... Lo vivo en realidad?
Me lleno a veces de pensamientos, y el abismo que el vacío me produce lo quiero esquivar.
La meditación me conduce a ese abismo inexorablemente.
Sólo la tengo que dejar ser en mí, aunque sienta inseguridad y miedo. El camino es ese.
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