Cuando medito expreso mi naturaleza esencial, y soy yo misma presente, respirando.
Estoy rezando cuando medito? Yo siento que ni siquiera eso. Sólo estoy siendo.
El espacio se vuelve inmenso, y el tiempo no transcurre, deja de ser.
Hay una consciencia quieta, que está presente, unida a todo.
Hay un Amor inalterable, que no puedo perder, porque es en mí indefinidamente.
Y sin dejar de ser, me diluyo en ese amor, y floto en Él.
Cuando medito no me puedo perder, porque estoy en casa.
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