Son hermosas estas noches porque la luna sale tarde y se refleja en el mar. Entonces sus aguas se vuelven plateadas y la espuma de las olas muy blanca.
Entonces hasta la arena brilla, y parece que todo canta una canción de amor.
Entonces aspiro el aire y con él entra en mí toda esa belleza, que me llena de alegría.
Entonces al exhalar devuelvo aire cargado de agradecimiento y entrega a quien me regala estas cosas.
Entonces no puedo hacer otra cosa que amar porque me siento inmensamente amada.
Y al regresar a mi cuarto, y meditar antes de dormir, queda en mí un diálogo amoroso sin palabras que me revive y me hace nueva, me refresca y me da paz.
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