miércoles, 27 de enero de 2010

Bendito regreso

Regresar de las vacaciones, encontrar mi casa y mis cosas, reencontrar el silencio exterior, porque no lo había donde estaba, y parar también el ruido interior, que la mente fabricó en estos días, es como un símbolo del verdadero volver a casa. Una y otra vez Dios me llama con una voz amante y serena, sutil, y me atrae con una suave brisa que viene desde dentro.

Volver, siempre volver. Y al llegar me espera Él, su amor incuestionable y gratuito, y la sensación de que todo lo que me preocupa en estos momentos ocurre por querer controlar yo las cosas para que estén bien de acuerdo a mis criterios, por no confiar plenamente. Todo está en orden, lo vea yo así o no.

Regreso una y otra vez a mi oración silenciosa, que es la que he encontrado para mi vida, y aparto de mí el ruido inútil que me la impide. Ella me devuelve a la realidad tal cual es, sin análisis ni juicios de mi mente.
Bendito sea el regreso, desde todos los ángulos que tiene...

13 comentarios:

Delia dijo...

Hola Blanca:

Extrañamos tu presencia y tus visitas..."todo está en orden, lo vea yo así o no", cuando esa certeza nos acompaña no hay preguntas, ni búsquedas, sólo un acoger confiado y silencioso que acompaña al fluir de la vida.

Un abrazo.

Blanca dijo...

Gracias, Delia. Lo que decís es verdad. "Un acoger confiado y silencioso que acompaña el fluir de la vida" Muy bueno.

Te dejo un abrazo.

Jairo del Agua dijo...

¡PUES BIENVENIDA! Larga se hizo la espera entre tu estío y mis nieves.

Pero en cualquier etapa, en cualquier estación, la Naturaleza nos muestra el camino hacia su Hacedor.

Renueva tus rutinas, reencuentra lo ordinario, saborea la paz del hogar, mientras lo extraordinario sigue haciendo camino dentro de ti...

Muchos cariños desde el frio Madrid de hoy.

Jairo

Blanca dijo...

Gracias por comentar, Jairo.
"lo extraordinario sigue haciendo camino dentro de ti.." Mientras vivimos nuestras vidas comunes, con calores de verano o nieves de invierno, la realidad transcurre dentro y fuera nuestro, inalterable, serena y silenciosa.
Retribuyo tus cariños con los míos, desde el calor de Buenos Aires hoy.

María Jesús dijo...

Me gusta lo que escribes.
Un abrazo

María Jesús dijo...

Me gusta lo que escribes.
Un abrazo

Blanca dijo...

Gracias, m.jesús. Escribo acerca de mis experiencias personales, y me alegro mucho de que te guste.
Te mando un abrazo

Oráculo ciego dijo...

Me alegra que estés de vuelta, Blanca.
Me he tomado la licencia de incluirte en mi nueva página, que es de todo menos ortodoxa (y tal vez un poco histriónica, lo reconozco). Así te seguiré todos los días, ya que me conecto muy poco a Yahoo.

Te deseo mucha paz postvacacional.
Un abrazo

Juan

Blanca dijo...

Hola, Juan. Qué bueno verte por acá.
Gracias por visitar el blog y comentar. Espero que tus cosas estén bien. Visitaré tu página, a ver de qué se trata.
Te mando un abrazo

Anónimo dijo...

Bienvenida Blanca esta muy lindo tu escrito.

Blanca dijo...

Muchas gracias, Anónimo, por visitar el blog y por dejar tu comentario.
Te mando un abrazo, que es anónimo como vos.

Anónimo dijo...

Llegué al blog sin querer..
Muy inspiradoras las lecturas y reflexiones, muchas gracias!

Blanca dijo...

Recién hoy veo tu comentario, que es anónimo, y la agradecida soy yo, por tu visita al blog y por tus palabras.
Este medio de comunicación es muy bueno para derramar las experiencias que voy viviendo, y me siento muy a gusto escribiendo en él, si bien no lo puedo hacer tan seguido como al principio.
Te mando un abrazo.