sábado, 29 de diciembre de 2007

Vacaciones

Me estoy por ir de vacaciones, y los preparativos son algo trabajosos.
He puesto primero en mi bolso mi banquito de meditación, como señal de que no haré vacaciones de ella, sino que la incentivaré, y algunas veces meditaré frente al mar, cuando muy temprano todavía no hay gente ni ruido en la playa.
Dios no se toma vacaciones en mi centro. Él sigue trabajando todo el tiempo.
Yo también seguiré viajando para encontrarlo allí.
Y su Creación en la costa me espera para contemplarla y encontrarlo a Él por su intermedio.
Doy gracias al Señor por el año que está terminando, y por tantas experiencias vividas en él, tanto las que fueron buenas como las que no me lo parecieron.
Y recibiré el nuevo año con mi familia frente al mar.

jueves, 27 de diciembre de 2007

Conmemoración

El sábado 29 a las 14:30 del horario GTM, se celebrará la Misa conmemorativa con motivo del aniversario de la muerte del padre John Main, fundador de la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana. Los que no podemos asistir, nos uniremos en el silencio de la meditación, en ese horario.
Todos estamos invitados a participar de dicha meditación, uniéndonos en el amor que ella genera.
Los grandes dejan huella, y sin duda Padre John lo ha sido.
Los que pertenecemos a la comunidad hemos recibido ese legado, y estamos juntos en este camino silencioso que nos conduce a nuestro centro, donde Dios nos espera.

Dos alas

Leí que la meditación y el amor son como las dos alas de un pájaro.
No se puede volar con un ala sola.
La meditación conduce al Amor y a compartirlo con los demás, y el amor nos da el anhelo de meditar.
Dos alas iguales, indispensables, complementarias, para poder Vivir.

lunes, 24 de diciembre de 2007

Regalo de Navidad

Si uno de los mejores regalos que he recibido en mi vida es el tesoro de la meditación, en esta Nochebuena les deseo a todos que puedan comenzar a meditar, si no lo hacen, y que renovemos nuestro compromiso aquellos que estamos en este camino.
Porque es el mejor viaje ese de volver al centro, allí donde está todo lo que necesitamos, allí donde habita Aquél que es la fuente del AMOR y del gozo.
La Navidad tiene un sentido de comienzo, de nueva Vida. Y qué mejor entonces que meditar, ya que cada vez que nos sentamos es un comenzar, un renacer.
Por eso más que nunca, FELIZ NAVIDAD, y no nos privemos de este camino, amigos. Recibamos con alegría este regalo maravilloso.
Con el amor de siempre, Blanca

sábado, 22 de diciembre de 2007

PESEBRE

Cuando contemplo el pesebre, quedo abismada y muda. ¡Tanto amor gratuito de Dios hacia el hombre, hacia mí! El corazón se me ensancha y puedo amar a más hermanos, porque tomo un pedacito del corazón del Niño, que es todo amor.

Cuando contemplo el pesebre, se produce una revolución dentro de mí. Porque mis criterios mundanos imaginan que un Rey debería nacer en un palacio y ser arropado con ropas vistosas y lujosas, y en cambio me encuentro con una cunita al desamparo, “porque no había lugar para Él en las casas de los hombres”.

Cuando contemplo el pesebre, se desarma mi soberbia, porque Dios nace en la más profunda pobreza, sin casa ni doctores ni enfermeras, sólo los ojos inocentes de los animales que lo acompañan.

Cuando contemplo el pesebre, mi corazón de madre palpita con emoción, como cuando nació mi hijo; y como María, guardo dentro de mí ese tesoro que tenemos las madres en nuestro ser profundo: el gestar y dar a luz.

Cuando contemplo el pesebre, todo parece volverse más sencillo, y me resultan absurdas las preocupaciones artificiales que a veces me absorben. Todo queda pequeño frente a tanta grandeza hecha sencillez y pobreza.

Cuando contemplo el pesebre, el Niño me sonríe porque sabe que lo estoy mirando. Los ojos de mi alma ven su sonrisa y todo en mí se llena de luz.

Cuando contemplo el pesebre, a veces el Niño llora, y entonces me vienen a la memoria los versos de San Juan de la Cruz: “Y la Madre estaba en pasmo, de que tal trueque veía: el llanto del hombre en Dios, y en el hombre la alegría”.

Cuando contemplo el pesebre, la madre me enseña su entrega y su disponibilidad; y al ver el fruto de sus virtudes en la Nueva Vida, me anima a entregarme también yo un poquito más.

Cuando contemplo el pesebre, la santidad de José me deja sin palabras. Sólo el silencio puede contener el profundo amor de Dios en una criatura, y por eso José era silencioso.

Pero lo más admirable es que puedo contemplar el pesebre todo el año, dentro de mí, si se lo dejo construir al Señor, y hacer de mi interior una cuna para recibir a Jesús en cada momento, Jesús Niño, y también Jesús Hombre, Jesús Amor.

No puedo expresar sin embargo, y las palabras se han quedado cortas, lo que acontece dentro de mí, cuando contemplo el pesebre, y eso se repite y se confunde con lo que pasa en mí en un rato de meditación silenciosa.

Porque en realidad, pesebre, centro profundo, y también Cruz, son una misma cosa: pobreza y silencio, amor incondicional
Navidad 2004.

Ahora, en el 2007, puedo comprobar que mi pesebre interior tiene cada vez menos cosas, ya que en Él sólo está Jesús, no el Niño tan solo, sino todo Él, el Jesús presente en la vida de los hombres, el que se quedó.

Que nuestro ser sea ese pesebre para recibirlo todos los días de nuestra vida, y que al entrar en él, en cada meditación, podamos gozar de su infinita ternura.

Porque su AMOR es el único que nos da la plenitud total.

Sólo en Él podemos amar de verdad.

¡FELIZ NAVIDAD PARA TODOS!!



jueves, 20 de diciembre de 2007

De la soledad a la comunión

Más me adentro en las profundidades de mí misma, más me sumerjo en ese abismo que está dentro mío, más me pierdo en la soledad y el silencio de la meditación, siento que llego a tocar algo, un Algo que no soy yo, y que está allí.
Es como llegar al fondo de mí, después de haber dejado todo, y encontrarme con que en realidad no dejé nada, porque soy una con todo.
También allí están todos, la creación entera, y el mismo Creador.
Entonces no me parece extraño que en el encuentro con las personas por la vida, las sienta tan cercanas, que haya una comunicación que va más allá de las palabras, conexión de yo profundo a yo profundo. Si el otro medita es aun más fuerte esta experiencia.
La meditación me une a todo, me muestra la no dualidad del Todo, y mi propia unidad, comunión.
Entonces se ve como realidad el pedido de Jesús: "Que todos sean uno".

martes, 18 de diciembre de 2007

el AMOR habita en mi centro

La experiencia del Amor de Dios para conmigo la puedo vivir si permanezco en silencio.
El ruido suele tapar la voz del Amor, que es muy tenue.
"La llevaré al desierto y le hablaré al corazón"- dice Él por intermedio del profeta.
Y el corazón, o el centro, no necesita de palabras. Entiende el lenguaje sin que se pronuncien.
La que necesita palabras es la mente, cuando no se aquietó, cuando no está en el centro sino que divaga por cualquier parte. Entonces busca razonamientos y pruebas, entonces cree que debe hacer algo para merecer ese amor.
La práctica fiel y perseverante de la meditación me coloca en mi centro, y desde allí el Amor se hace presente inevitablemente, sin merecerlo y sin hablarlo, sin pensarlo siquiera.
Es como un manantial cuyo origen está en ese centro, y que no es mío, sino que me es regalado.
De allí fluye y se derrama, inundando todo mi ser, y se rebalsa, se extiende a todo.
Y TODO se vuelve AMOR.

sábado, 15 de diciembre de 2007

La presencia de los otros

No hay nada más lindo que compartir vida con las personas. Contrariamente a lo me hubiera imaginado, la meditación me está volviendo más comunicativa, más cercana a los demás, y valoro mucho la compañía de todos, y la amistad.
No necesariamente tiene que estar las palabras. Muchas veces alcanza sólo con la presencia. Es una vivencia muy profunda y saludable, el estar presentes sin hablar, cuando los amigos se han comunicado mucho de su interior, y por un rato bastará con el silencio, estando allí.
Después de todo, la meditación es eso, y ella es vida, o la vida meditación, no sé.
En realidad están fundidas una con la otra. Sentarse, respirar, estar presentes y vivir.

viernes, 14 de diciembre de 2007

San Juan de la Cruz

Este doctor de la Iglesia y místico cristiano, cuyo día hoy celebra el catolicismo, estuvo preso durante nueve meses en condiciones infrahumanas, acusado de "loco" por sus vuelos místicos, y por propiciar una reforma que era extraña a los entendidos de esa época.
Durante ese tiempo, sin una luz que viniera desde el exterior, al hacer silencio escuchaba el ruido del agua de una cascada o arroyito.
Lo paradójico es que su situación angustiante lo llevó a alturas prodigiosas en su viaje espiritual.
"¡Qué bien sé yo la fuente que mana y corre, aunque es de noche".
Y lo asemejaba a la luz que hay en nuestro centro, a la fuente amor que de él proviene, aunque es de noche, porque no se alcanza ese estado a través de los sentidos corporales.
Descubrió que el sendero de las nadas es el camino cierto, sin buscar nada, sin querer entender nada, sin explicar nada, sin querer saber algo acerca de nada.
Es el camino de la meditación, hecho de pobreza y de nada, que en su desnuda sencillez conduce al Todo.

jueves, 13 de diciembre de 2007

Experiencia singular

A la tarde medité en la capilla donde suelo hacerlo los jueves, en un hospital.
Es un lugar sencillo, silencioso. El momento es diferente a las meditaciones aquí en mi casa. No estoy sola. De a ratos entran y salen personas, muchas internadas, enfermas, otras que tienen familiares allí. Se sientan, y se las ve doloridas, con un grito muy profundo que pide ayuda.
Guardan silencio, y me uno a ellas desde mi profundidad.
A veces noto que me miran, y mi inmovilidad les debe llamar la atención.
Alguien me dijo una vez que cuando yo no voy, algo le falta a ese momento. No creo que sea yo. A lo mejor sí el misterio que genera una persona que medita inmóvil en un lugar donde hay tanto dolor.
Y salgo de allí renovada. Siento que ellos me aportan sin darse cuenta una sabiduría que nace del sufrimiento que padecen.
Es una experiencia singular, y los siento parte de mí y yo de ellos. Después de todo compartimos el estar, y respiramos el aire de la capilla, que tiene olor a flores. Sé que a muchos de ellos no los volveré a ver, porque sanen o tal vez mueran, pero algo queda de su presencia en el lugar.
Cada vez que voy percibo que tiene sentido meditar allí.

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Siempre volver

Algo dentro mío se queda seco cuando no medito.
Algo me falta. Como que el encuentro habitual queda desplazado, y un llamado no fue atendido.
Lo bueno es que al sentir esa ausencia, necesito volver. El camino está ahí, esperando ser recorrido cada vez.
Siempre vuelvo. Adónde iré si no? Qué me podrá colmar?
Puedo andar de un lado para otro, realizar muchas actividades, pero en el fondo sé que sentarme y estar es lo esencial, lo que da origen a todo.
Bendito regalo que dura para siempre!!!

lunes, 10 de diciembre de 2007

Un día especial

Hoy quiero expresarte palabras de agradecimiento, Señor, en el día de mi cumpleaños, por cada momento vivido desde que nací, por cada alegría y también por las tristezas, por los instantes buenos y los malos, y muy en especial, por el presente al que me invitas y me llamas a estar atenta.
Por el regalo de la meditación, por el silencio en el que me muestras tu Amor, por todas las personas que vas poniendo en mi camino, por la enseñanza que recibo como regalo en cada encuentro. Por el aire que respiro y por la cadencia de su ir ir venir, que me conduce al centro.
Sólo un canto de agradecimiento en mi alma, y la alegría que lo inunda todo...desde este día especial.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Estos días

Cuando llega esta parte del año, muchas veces me ha abrumado la cantidad de alumnos que tengo y las horas que dedico a dar mis clases.
Sin embargo, voy observando que este también es un tiempo de estar presente, y el trabajo espiritual se desarrolla también mientras doy clases.
Así como respiro siempre, del mismo modo debo estar atenta. Dios se transparenta en la mirada de cada joven, y hasta toma la forma de los números que escribo. Si me dejo llevar de su amor, las horas de clase son peldaños de mi subida.
El viaje hacia las cumbres no se detiene.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Fuente de alegría

"Es muy sano detenerse a mirar los detalles preciosos de los animales, a escuchar el ruido del agua que corre, a percibir los colores y movimientos del cielo, a oler las flores, a sentir el contacto de los pies con la tierra, o a abrazar el tronco de un árbol. Si lo hacemos un instante, sin pensar en nada, sin dejar que la mente nos abrume con pensamientos inútiles, podremos compartir la alegría que Dios ha puesto en el universo" Víctor Manuel Hernandez, sacerdote argentino.

Y al leer esto siento que la alegría está presente en todo instante y lugar, y la percibo a través de la atención pura, sin intención, del sólo estar y contemplar. Hay que abrir todos los sentidos.
Y la meditación produce esa apertura de la atención a todo.
La meditación es para mí fuente de alegría.


martes, 4 de diciembre de 2007

No buscamos nada

Mirando hacia atrás en el camino de mi vida, me doy cuenta de cuántas cosas han cambiado en mí desde que me senté a meditar por primera vez.
Muchos de mis miedos han desparecido. También las inhibiciones que tenía, los complejos, las culpas. Parece como que se hubieran limpiado cosas, y al tomar el aire tuviera más espacio para recibirlo. No hay que buscar nada al meditar. Pero en ese no buscar las cosas se van dando.
Me recuerda a Jesús cuando dijo: "Busquen primero el Reino y su justicia, y todo lo demás se les dará por añadidura" Y también: "El Reino de Dios está dentro de ustedes".
El viaje hacia el centro es esa búsqueda, porque allí está todo.
Y lo demás va llegando, en forma silenciosa e imperceptible.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Dejar ir

Dejar a las cosas ser como son, y que se vayan. Ya sean agradables o no. Igual se van a ir. Esa es sabiduría, y la fuente de la felicidad. Vivir el momento con atención, y dejarlo ir. Ya vendrán otros.
No aferrarse, no pretender poseer.
Y no es esa la esencia de la meditación? Estar simplemente, presentes en el momento y dejar transcurrir? Lo leo, lo digo, pero no me es fácil por momentos.
Sin embargo no hay otro camino.
El amor que hay en mí me orienta a eso, y Él sabe...

miércoles, 28 de noviembre de 2007

La esencia es recordar

Algo pasa en la meditación, algo que vivo y que me da idea de estar en la eternidad, en un continuo presente. Y esa sensación, difícil de describir, me libera del apego. Puedo meditar sin ningún interés, sin buscar nada. Puedo entregarme libremente a ese sólo estar, simplemente. Puedo ser yo sin temor de equivocarme. Puedo ser por un momento despreocupada de las cosas exteriores, ya que las percibo como eso: exteriores a mí.
Puedo amar plenamente sin temor de ser decepcionada, porque mi amor viene de adentro, y no es mío. Lo recibo de Otro.
Luego, al vivir mi vida de todos los días, muchas veces parece que se me olvida lo que experimenté.
Ayer decíamos con un amigo que la cuestión entonces es recordar.
Sólo recordar, para poder pasar por la vida libre y feliz, para ver pasar las nubes y sólo mirarlas, sin que se apoderen de mí, para amar a mis hermanos y hacerles sentir ese amor, para recobrar el estado de inocencia original y habitar en el continuo presente todas las horas del día, sólo basta recordar lo vivido en el silencio, la única realidad.

lunes, 26 de noviembre de 2007

desgana

Estos días estoy sin ganas de escribir.
Muchos alumnos, algunas preocupaciones.
Lo que no dejo nunca es de meditar, esté como esté.
Porque en ese momento soy yo misma, en el silencio, sin aparentar nada, sin decir nada, sólo estar.
Es el momento de la autenticidad.
Y me dije: ¿Por qué no compartir esta desgana? y aquí estoy.
Ya escribiré cosas mejores...

jueves, 22 de noviembre de 2007

Nubes

Algunas nubes cruzan mi cielo hoy.
Son parte de la vida. Y a pesar de tanto que leo y que trato de practicar, qué difícil me resulta convivir con ellas.
He meditado, y están ahí. Perseverar es la cuestión, sentarme igual. Estar simplemente.
Sólo observar. No analizar. No juzgar. No tratar de entender lo que no entiendo.
Esperar y confiar, en el AMOR que es capaz de atravesarlas y hacer brillar el sol en mí.
En medio de las nubes no veo nada. Y sin embargo intuyo que igual todo está bien.
Se necesitan las lágrimas para limpiar el alma, como las nubes que traen la lluvia, para limpiar los campos y el aire.
¿Quién dijo que el cielo tiene que estar siempre azul?




miércoles, 21 de noviembre de 2007

Círculos profundos

La meditación conduce a la confianza. Y es un ciclo, como la respiración.
Se necesita confianza para sentarse a meditar, ya que es un camino de aparente nada. Se entrega tiempo y ese "estar simplemente"
En la respiración, al exhalar, se entrega todo el aire hasta vaciarse.
Sin embargo, el don de la confianza renace y se refuerza cada vez.
Volvemos a tomar el aire en la inspiración, y vamos siendo tranformados, nuevas criaturas.
Se necesita confianza para meditar, y se recibe más confianza en ella.
Se necesita entregar el aire, para volver a tomarlo. Vaciarse, para ser colmados.
Ciclos, como el de la vida.
Círculos cada vez más profundos.



lunes, 19 de noviembre de 2007

Meditación caminante

Busqué algo sobre meditación deambulatoria, y al leerlo, pude comprobar que muchas veces camino con el cuerpo, pero mi mente está en el pasado o el futuro, o sea ausente del aquí y ahora. Entonces me pierdo de los pequeños detalles que hay en el camino, y se me pasan de largo las maravillas de cada tramo de mi vida.
Lo bueno es caminar atenta. Caminar cuando camino, eso es todo. porque el modo como camino es el modo como vivo.
Con la mente perdida, se me escapa la vida sin vivirla.
Y aunque vaya a alguna parte, caminar ya es haber llegado.

Dios está presente en mí, en este momento preciso y en este lugar.
No tengo que buscar en ninguna parte.




sábado, 17 de noviembre de 2007

el cansancio más profundo

Hoy un alumno me dijo que tiene cansada el alma.
Me impresionó mucho su comentario.
Decidí seguir mi clase depués de poner música suave, para que su alma pudiera arrullarse mientras trabajábamos.
Y me quedé pensando....

jueves, 15 de noviembre de 2007

Palabras significativas


Más o menos estas palabras dijo hoy un sacerdote en la Misa del día:

-Le preguntaron a Jesús cuándo llegaría el Reino de Dios. Y Él respondió: "El Reino de los Cielos no viene ostensiblemente… porque está dentro de ustedes"

No hay que salir a buscar. Está en nosotros. Hay que dejarlo salir. Para eso hay que vivir en el Espíritu, y dejar que surjan el hombre nuevo, la mujer nueva.

Espíritu está relacionado en su raíz con respiración. E l Espíritu es el aliento.

Como habla el libro de la Sabiduría: “La sabiduría es exhalación del poder de Dios”

Él exhala, y nos crea. En la inspiración recibimos ese regalo de nuestra creación. Y al exhalar volvemos a Dios. Es Él quien nos respira.

Como dijo Jesús, “Salí de Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y regreso al Padre"

El ritmo de la vida. Un ir y venir. Tomar el aire y regresarlo. Venir de Dios, volver a Él.

Vivimos tan atareados que se nos pierde la esencia de este ritmo, del devenir de la vida.

Sería bueno que nos detuviéramos seguido a observar nuestra respiración, en silencio, sólo tomando el aire y regresarlo, para volver a tomarlo, concentrados, atentos.

El resultado será una profunda trasformación...

Sus palabras me remiten a mis comienzos en la meditación. Este sacerdote fue mi primer maestro. Pero es la primera vez que habla de este modo en una Misa.

Será que algo empieza a cambiar?...



miércoles, 14 de noviembre de 2007

Amor contagioso

Hay como un fuego de amor en el corazón de los que meditamos. Lo siento en mí, y me quema. Lo puedo ver en mis compañeros de ruta, y me alegra la vida.
A lo mejor sea que llegamos a tocar la fuente del Amor, de donde nace todo. Porque veo que no viene de mí. Sólo me toma y se expande.
Mi corazón ama con un amor que es más grande que el mío. Otro ama en lugar de mí.
Por eso estallo de alegría y de agradecimiento.
También al comprobar que ese amor fluye como un río manso y es contagioso, pero no necesita sanar, porque no es enfermedad.
El amor inunda todo, y se impone a todo. Nada se le puede resistir.




Verdades enterradas

Para mí, como cristiana, Jesús es el centro de mi vida. Y cuando me enseñaron a meditar, lo descubrí por mí misma.
La meditación abrió mi ser al Ser, y de allí van surgiendo en su pureza las verdades, guardadas dentro mío por quien me habita.
Entonces ya no es leer, ni guardar conceptos que me fueron enseñando. Los conceptos y las palabras no valen frente a la realidad de lo que Es, y a ella no tengo que guardarla yo. Ya está allí y se va descubriendo con cada ir y venir de mi respiración. La realidad está presente en mí.
Sólo hay que desenterrar...
¡Benditos momentos de luz!!!

lunes, 12 de noviembre de 2007

Vivencia de atardecer

Ayer visité a mi hermana recién operada. Estuve un rato junto a ella, y cuando fui al comedor de su departamento, algo me llamó la atención en el balcón.
Salí para ver qué había, y me quedé inmóvil mirando, admirando el cielo oscuro de ese atardecer, los edificios lejanos con las luces de las ventanas ya encendidas, y de nuevo el inmenso cielo.
Había una Presencia allí, y mi espíritu, extasiado con el silencio y la quietud de ese momento, maravillado y desbordado de amor...Fue como contemplar la eternidad.
Regresé con mi hermana y le hablé de la meditación, y le enseñé.
Me dije que por un momento como el vivido, vale la pena este camino, tantas veces cargado de aridez, de nada.
Y llevo ese instante guardado dentro de mí...

domingo, 11 de noviembre de 2007

Silencio fecundo


El silencio es luminoso, como lámpara encendida

y a su vez es muy oscuro, como tarde anochecida.


De su seno brota todo, porque en él duerme el amor.

Allí se gesta la vida y se anuncia lo mejor.


Cuando me quedo sentada y se apodera de mí,

siento que me plenifica. Se me hace lindo el vivir.


Y deja huella en el alma de su paso sin apuro

Las cosas se ven más claras, y todo se vuelve puro.


Por esos momentos grandes en que me dejo invadir

siento que hay que dar la vida, y dejar las cosas ir.


Dios es cercano y amante, en el silencio interior

Fuente de vida fecunda, fresco remanso de amor.

Viaje al interior

Acerca del sentido que algunos le dan a la meditación, que es "ser conducido hacia el centro", puedo comprobar en mi vida que no soy yo la que viajo a mi interior.
La meditación no la hago yo. Es Otro el que me conduce. Es ese Otro el que la ha colocado en mí.
Yo sólo estoy allí, me quedo. Vivo el aquí y el ahora mientras respiro, y ella surge desde lo más profundo.
Por eso es muy simple, un dejar hacer, sin poner el intelecto, ni las ideas, ni los conceptos.
Despojada de todo, vacía, para que el Todo me habite plenamente...

¡Qué dicha en esos momentos !!

jueves, 8 de noviembre de 2007

Unidad

El mejor diálogo interreligioso que podemos tener es el que se consuma en el silencio.
Meditar con gente que piensa distinto y que tiene diferentes creencias, provoca la unión que mil palabras no pueden lograr, porque ellas expresan conceptos, y en eso diferimos precisamente.
Al sentarnos juntos, en silencio, surge del interior la igualdad.
Todos los seres vivos respiramos...


miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un regalo

Mi primer maestro en el camino del Zen me dio este escrito, y olvidé de dónde es:

"cuando volvemos a casa hacia nosotros mismos
la respiración bombea dicha en un enorme espacio
de silencioso ser.

Escuchando estas palabras el ego dice:
-Quiero esto. Tengo que trabajar mucho
antes de que pueda volver a casa.
Tengo que hacerme merecedor-

Pero el lugar que realmente nos nutre
nos recibe de una forma misteriosa
y realmente no le importa
lo que hemos hecho
o quién pensamos que somos
o qué imaginamos que necesitamos hacer"

Siento entonces que simplemente la meditación es un regalo,
que no se merece. Sólo se recibe.
Estoy profundamente agradecida a Dios, y a mi maestro, por el mejor regalo que he recibido en mi vida.

lunes, 5 de noviembre de 2007

Silencio

Entre una palabra pronunciada y la siguiente, hay un espacio de silencio.
Y lo hay entre un pensamiento y otro, entre una ola de mar y la que viene detrás...
En él se gesta lo por venir, y descansa lo que ya fue.

Sólo es silencio contiene al que ES.

sábado, 3 de noviembre de 2007

Maravillosa creación

Sentada en un banco del parque, en un momento, todo me pareció nuevo. La variedad de plantas, flores y árboles era como recién nacida. Los pájaros cantaban alegres, y mi corazón cantaba con ellos.
Estuve un rato allí, y me sentí unida a todo. Las ramas de un pino me protegían, el cielo azul profundo me enamoraba, las pequeñas nubes que pasaban me hacían sonreir, la brisa me acariciaba. Y yo allí, sentada, sólo respiraba...
Me sentí parte del paisaje, o más todavía: El paisaje mismo. Regresé agradecida y hasta emocionada. Regalos de mi Dios... Cartas de amor escritas en su maravillosa creación...


Momento

Es de noche, tarde. El silencio de las horas me invita al encuentro.
Es un momento apacible, romántico diría, y son pocas las palabras que lo alcanzan a expresar.
Atrás quedaron el trajin del día, las horas de la acción.
Llega el descanso, y la compañía amorosa de Aquel que me habita...
Sólo gratitud, confianza, amor... en el más profundo silencio...

jueves, 1 de noviembre de 2007

Bienaventuranza

"FELICES LOS QUE TIENEN EL CORAZÓN PURO, PORQUE ELLOS VERÁN A DIOS"

Tener el corazón puro es tenerlo vacío.
Un corazón que no está dividido, que ha logrado desprenderse de todo lo que lo ata y aprisiona, que dejó pasar las nubes en su cielo cada vez que estas aparecieron, que se mantuvo sereno y paciente esperando el fin de las tormentas, que no corrió en forma atolondrada cuando le llegó la oscuridad, que es capaz de amar sin medida desde su fondo y se expande en el amor, que late con la vida y se queda silencioso en ella, seguramente que ve a Dios, porque está junto a Él, que es la fuente de toda pureza. Se hace transparente y recibe de esa fuente, y luego lo da a otros.
Por eso, el que tiene un corazón así, sin duda es feliz.

miércoles, 31 de octubre de 2007

Sin tiempo

Hoy un alumno me manifestó su inquietud acerca del paso del tiempo, como que se siente atrapado por un reloj que le marca algo que no se detiene, y que le pone límites a todas sus actividades, y me decía que quisiera encontrar aunque sea un instante de remanso en esa carrera que le parece inútil.
Sin yo darme cuenta me encontré hablándole de la meditación, y vi que esos momentos son para mí de tiempo detenido, como un peréntesis en el que no hago nada, o una atención especial puesta en el instante presente, allí donde todo se consuma.
Me sentí feliz de poder contarle lo que yo hago y lo que vivo al hacerlo, y muy agradecida por el regalo de la meditación, que he recibido gratuitamente, y debo compartir, con la misma gratuidad.
También pude constatar que puedo extender la meditación al resto del día y a todas mis actividades, y vivir en el tiempo pero sin tiempo, atenta por entero y presente en el instante. Así será la eternidad ahora mismo, y transcurriré con ella, aunque el reloj marque inexorablemente el paso de las horas.

martes, 30 de octubre de 2007

Volver a casa

"En la vana búsqueda de la vida eterna elaboré pociones,
Leí libros y canté canciones históricas.
Hoy he venido a mi hogar: Montaña Fría
Para apoyar mi cabeza en el arroyo y lavarme los oídos."
"Tanto los teístas como los budistas que anhelan un modo de vida simple y ven la inutilidad de buscarlo en círculos intelectuales, pueden usar las palabras del poeta para expresarse."

Esto lo extraje del libro: Espíritu Zen, Espíritu Cristiano, de Robert Kennedy, un sacerdote jesuita, maestro de Zen.
Lo relaciono con la sensación de volver a casa que experimento en la meditación. Y con el hecho de que podré leer mucho sobre ella, hablar, escribir, elaborar teorías, y eso está bien, pero si no medito, si no me quedo sentada en silencio, estaré fuera de casa, y no podré "apoyar mi cabeza en el arroyo."
Si no medito mi hogar interior será lejano para mí, olvidaré el camino para llegar.
Las teorías se me congelarán, y dejará de fluir desde mi profundidad el manantial de AMOR, cuyo suave canto no escucharé, porque no me he "lavado los oídos" del ruido de mis propios pensamientos.

lunes, 29 de octubre de 2007

Despedida de una compañera silenciosa

Una mujer joven, muy delgada, siempre bien vestida, se hacía presente en la Capilla donde suelo ir. Iba mucha veces acompañada por su madre. Se llamaba Vanina.

He meditado en ese lugar desde hace algún tiempo, y ella siempre estaba cerca, en silencio. Nos saludábamos cada vez, y nada más que eso.
Ayer tuve la noticia de su fallecimiento. Fue su mamá desconsolada la que me lo dijo. Una corriente de amor me surgió desde el interior, por esa mujer casi desconocida, que lloraba abrazada muy fuerte a mí, y me sentí unida a Vanina, ausente físicamente, pero presente de otro modo.

Percibí el grado en que la meditación une, creando lazos de amor muy fuertes entre las personas, sin que siquiera nos demos cuenta en el momento.
Tan fuertes son, que no los disipan las ausencias, ni siquiera la muerte, ya que en el silencio transcurren la eternidad y la inmensidad. Todo está presente en ese momento sublime en el que paradójicamente nos tuvimos que dejar de lado para entrar. Todo adquiere sentido y consistencia en ese mundo interior sin palabras.

Esta mañana, al meditar, llegué a tocar una zona de vacío aún más profundo que otras veces, un abismo que me causó vértigo en un comienzo. Pero de él brotaba ese amor, y me quedé quieta, sumergida, como flotando allí.

No hacían falta palabras, ni los por qué que surgen ante estas muertes de personas jóvenes. Todo estaba explicado, aceptado, asumido y hasta amado.

Sólo estaban el silencio... y el abismo....

sábado, 27 de octubre de 2007

La huella del AMOR

Aquél que habita en mí, que me ha creado a su imagen y semejanza, no está dormido. Él ama dentro mío sin medida, y cuando llego a estar cerca de esa fuente de luz y de amor en mi centro, y en el silencio se concreta el encuentro, deja huella que se marca en mi vida.
Entonces puedo amar mucho, porque fui testigo de su AMOR en mi intimidad, y sentí lo amada que soy por Él. Entonces puedo recorrer un camino de amor, porque tengo unas huellas para seguir.
Entonces me animo a volver una y otra vez al silencio de la meditación, porque sé que allí está el secreto.

viernes, 26 de octubre de 2007

Seres de luz

Eso es lo que somos. Para eso estamos hechos. Para la luz
No hay más que adentrarnos en nuestras propias profundidades, en silencio reverente y actitud atenta y entregada, y todo lo que nos parecen tinieblas se transfigura.
En tonces la luz que está, se difunde y alcanza lo que hay dentro y fuera.
Hay que dejarla salir, porque está hecha para brillar.
"No se enciende una lámpara para cubrirla con un recipiente, o para esconderla debajo de la cama, sino que se la coloca sobre un candelero para que los que entren vean la luz."
(Lucas 8, 16)

jueves, 25 de octubre de 2007

ESTE ES EL MOMENTO

Aquí, exactamente aquí, y ahora, es el momento y el lugar para empezar.
El viaje al centro no tiene tiempo ni espacio. Sólo el silencio, y quedarse. Estar.
Dejar las palabras afuera, soltar todo, y estar simplemente.