jueves, 25 de diciembre de 2008

Navidad

Si juntara las reflexiones que las personas me enviaron sobre la Navidad, una por una valiosas en sí mismas, podría escribir un libro y publicarlo. No sé si llegaría a ser una publicación famosa y masiva. Lo que sí sé es que sería auténtica.
Algo intentaré resumir sabiendo que las palabras siempre se quedan cortas.

"No hay por qué correr, no hay por qué apurarse, y no hay adónde ir, ni dónde buscar.
Porque la Navidad es aquí, dentro mío, y ahora, en cada instante.
No una sola vez al año. Cada despertar es un nuevo nacimiento, y hay muchos despertares en esta vida.
Me quedo con el silencio de la Noche de Belén dentro de mí, y con la dulzura del Niño y de su Madre, que me invitan a tratar de imitarla para con mis hermanos. Vivir la fiesta desde el corazón, es tener el centro de mi ser silencioso y disponible."

¡FELIZ NAVIDAD!! Para todos!!

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Nueva visión

Todo lo que está a mi alrededor, las personas que se me acercan o con las que me cruzo, tanto las que están de paso por mi vida como las que se quedan un tiempo, los hechos que van aconteciendo, fuera y dentro de mí, tienen un mensaje de vida, si lo sé descifrar.
No importa tanto de dónde viene el mensaje, sino el contenido. No importa si yo considere bueno o malo lo que está pasando. Esos son análisis subjetivos.
Importa vivir, y ahí está el mensaje, en el mismo vivir.
La meditación me va dando una visión diferente de la que tenía, y no hay vuelta atrás en esto.
El tiempo de vivir es ahora, sin ayer ni mañana.
Y el ahora no es mejor ni peor, si no se tiene con qué compararlo.
Todo este panorama me llena de paz y de alegría. Sólo es el Amor el que llena los momentos.



jueves, 4 de diciembre de 2008

Espacio de libertad

Este camino que recorro me va conduciendo a un lugar más espacioso. Me saca de mis límites, y me instala en una zona de libertad.
Descubro que ser libre no significa solamente hacer lo que quiero o ir donde quiero, porque eso sería estar a merced de mis deseos y estados de ánimo, y ya no sería libertad.
Tampoco es vivir colgada de mis ideas, creencias, o lo que mi mente pueda analizar.
Hay algo que está más allá de todo eso, algo que lo trasciende todo.
Este modo de libertad me permite aspirar con serenidad el aire, vivir sin más.
Y surge desde mi interior, como algo natural, que no depende de nada para ser.
Mi yo profundo está más allá de mí y ¡qué libre me siento cuando le dejo el lugar!
El Amor que me habita hace su obra, y me devuelve al sendero de la realidad, al terreno de la verdad. Y "la verdad me hace libre", y también feliz.





sábado, 29 de noviembre de 2008

Trabajo de grupo

Nos separamos en grupos, en el parque.
Teníamos que elaborar un tema, y exponer a los demás grupos las conclusiones.
Una mariposa con colores fuera de lo habitual se posó cerca nuestro, y estuvo mucho tiempo allí.
Nos detuvimos a contemplarla, absortos.
Se acabó el tiempo de la reflexión, y no teníamos nada para compartir acerca del tema que nos habían asignado.
Cuando intentábamos elaborar alguna conclusión, una de las compañeras dijo: "¡Pero vimos una mariposa!!"
Ya en mi casa, sigue resonando en mis oídos la misma frase.
¿No habíamos hecho nada? Sí. Habíamos visto una mariposa, y mis sentidos habían quedado fascinados con su belleza.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Camino espiritual

La búsqueda de Dios, que ha sido mi camino desde hace tantos años, me condujo por variadas sendas, y diferentes maestros se cruzaron por mi vida.
Fui construyendo en mi mente imágenes de Dios, porque necesitaba tenerlas, y las he adorado como si ellas hubieran sido Dios.
En el ir y venir de las cosas me encontré con alguien que me mostró la meditación como camino, y lo empece a recorrer.
Esperaba encontrar a Dios de una vez por todas. Pero veo que soy conducida primero a mí misma, a mi auto conocimiento. La pregunta cambió, y en lugar de ser: ¿Quién eres, Dios?, pasó a ser: ¿Quién es la que busca a Dios?
Y en busca de mi verdad, en el silencio, me topé con los demás. ¿Quiénes son ellos?
El "dios" que había ido imaginando se esfumó, y quedé a la intemperie, sin esas seguridades tan placenteras, sin esas imágenes tan cómodas.
Todo se fue. Poco a poco se van yendo también los otros, y yo misma me retiro. Entonces no queda nada.
Pero desde el silencio más profundo, desde ese vacío impenetrable, desde esa nada que me asusta, es de donde surge la fuerza de un amor que no es mío, y que está en mí, amando y amándome.
A la luz de esa fuerza del Amor, voy descubriendo que no se trata de buscar, sino de ser. Y que Dios, los demás, yo, somos una unidad. No tengo que buscar. Somos uno en realidad.
No es que se van. Sino que los voy reconociendo de otro modo. Será que empiezo a ver todo como es en realidad? Y percibo sin embargo que cuando crea que sí, todo se volverá a desmoronar, porque mi percepción será siempre limitada.
Entonces, como San Juan de la Cruz y otros que buscaron, queda decir que el camino no es ningún camino, y que todo está a mi alcance, porque como la vida, todo me ha sido regalado como don, gratuitamente.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Después de la tormenta

El camino hacia la realidad es tortuoso, y puede ser doloroso también.
Las tormentas y las crisis, que parecen muchas veces oscurecer la senda, se transforman sin embargo en atajos, porque cortan, rompen de golpe aquello que debe ser roto, quitan lo que debe ser quitado.
Pasado el estruendo, en el que se derrumban las seguridades que uno construyó con dedicación, cuando se deposita todo el polvo que produjo la caída, y los escombros van siendo quitados con esfuerzo, allá donde parece que no habrá quedado nada, uno encuentra todo.
De la oscuridad más tenebrosa surge una luz, y lo que pareció desamor, deja al descubierto el AMOR incondicional, el que sana, trasciende, cubre, absolutamente todo con su manto de misericordia.
Respirar hondo y estar, una vez más, presente, aunque las lágrimas broten sin poder frenarlas.
Y con el tiempo, la tristeza se transforma en paz.
Después de las tormentas los árboles se ven más hermosos.

sábado, 25 de octubre de 2008

Importa el amor

Tener la razón y que los demás lo vean no es ningún triunfo. La verdad se abre paso por sí misma, siempre. Importa ser, y sólo siendo ya se tiene la razón.
Importa la honestidad y la transparencia, importa el amor.
Si por creer que uno tiene la razón, se distancia de otro, es preferible dejarla en suspenso. La razón al final es cuestión de la mente. El ser esencial no necesita de ella.

"Si al ir a presentar tu ofrenda ante el altar, recuerdas que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda, ve a reconciliarte con él, y entonces regresa a presentar la ofrenda"

lunes, 20 de octubre de 2008

La princesa

Hay un cuento que dice más o menos así. Una madre pobre, que vivía en un lugar con muchas carencias, crió a su hija, y le dijo siempre que ella era una princesa, y que cuando creciera, y la madre no estuviera con ella, fuera al palacio a buscar a su padre, el rey.
Así lo hizo la muchacha después de pasar por muchas privaciones y de sentirse despreciada y humillada tantas veces, y en efecto, encontró a su padre, que ciertamente era el rey, y tomó su lugar de princesa.
Eso nos pasa a todos, cuando dejamos la gloria para la que hemos sido creados, y nos olvidamos que nuestro Padre es el Rey.
Pasamos angustias, privaciones, nos desmerecemos y vivimos en medio del desprecio de los demás, o lo que es peor, de nosotros mismos, cediendo la gloria que hemos recibido como don.
Pero eso es sólo hasta que recordamos. Nuestra alma es una princesa.
Sólo tenemos que volver al hogar, dentro de nosotros, y buscar a nuestro Padre en su Palacio.

miércoles, 15 de octubre de 2008

Música para el alma

La música eleva mi alma. Me permite darle un descanso a mi mente, cuando está atiborrada. Los sentidos interiores se despiertan, y las melodías muchas veces quedan sonando dentro mío, música que suaviza las idas y venidas de mis sentidos exteriores.
Quedo absorta con una melodía, y pareciera que el tiempo se detiene allí.
Es un buen modo de devolverle a mi vida el momento presente, cuando se me escapa en mil consideraciones y huidas.

viernes, 10 de octubre de 2008

Una gran crisis

La crisis es como un peldaño que se pone en mi camino.
Si pongo el pie en él, podré ascender, irme a un lugar más profundo.
Es un paso de fe. Porque en medio del desmoronamiento pareciera que no hay nada, y en medio de la aspereza hasta espiritual, hasta el silencio se puede volver amenazante.
Con miedo y desgano, me da la sensación de que todo se paraliza y que no hay salida.
La crisis parece devorarse todo, y seguramente ese todo, es justo el algo que no me deja pisar el peldaño, cuando lo que debiera hacer es justamente lo contrario.
Pero allá, más hondo, después de poner el pie a ciegas allí, hay una luz, una confianza, una esperanza.
Es una cuestión de fe.
Me animaré a hacerlo?....


domingo, 28 de septiembre de 2008

Instante de asombro

Mi percepción del mundo, de mi vida, y hasta de Dios, fue cambiando gradualmente.
Miré las cosas con asombro, como deslumbrada, maravillada, y todo pareció nuevo, luminoso. Fueron cayendo fantasías, estructuras, conceptos, y aunque me sentí por momentos sin nada de que sostenerme, la realidad se hizo tan densa, tan fuerte, que no quedó espacio para que me cayera, ni tiempo para preocuparme o lamentarme de cosas del pasado o del futuro, porque todo estaba ahí, en ese instante presente, y no había nada fuera de él.
En momentos así, es abrumadora la presencia de Dios, y no tengo ninguna duda acerca de su Amor, que me une hasta ser una con Él.
Todo se despliega en una unidad, y no hay yo y otros, sino un solo Yo, que reúne todo.
Muchas veces ha leído sobre esto, y lo hemos comentado entre varios, pero cuando lo llego a vislumbrar, a vivir, como esta tarde en el grupo de meditación, se me quedan cortas las palabras, y al final, sólo el silencio puede abarcar algo tan sublime.
Y en caso de que quedara una palabra para describir ese instante, esa palabra sería AMOR.

miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sensación

Hay en mi interior algo así como un fuego de amor, o una fuerza, algo que no sé cómo describir.
Y una certeza que se adueña de mí, certeza de que ese AMOR es el que mueve todo, y que nada queda fuera de Dios, que es quien da origen a este manantial.
Si todo está contenido en Él, entonces no me puedo perder. Porque aunque me desvíe, Él también estará en el desvío, amando cada uno de mis pasos.
Tampoco puedo perder nada, porque nada se puede salir de Él.
Entonces no hay yo y fuera de mí otros, porque en Él, todos somos uno.
Es la sensación de seguridad que me queda después de abandonarlas todas, cuando me siento a meditar más allá de mí, trascendiendo lo que creo ser, y lo que creo que es Dios.

viernes, 5 de septiembre de 2008

Sólo sentarme y estar

La serena sensación de que Dios ya me ha dado desde siempre todo lo que necesito para ser feliz, emerge de los momentos en que estoy en silencio, sentada.
No tengo nada que buscar. Y cuando creo que sí, y me empiezo a enredar, es que estoy dormida, y creo que lo que mi mente fabrica, que son esas necesidades que debo cubrir para ser feliz, son reales.
Nada es real, sino Sólo Dios, continuamente creando todo con el poder de su Amor.
Construir mi casa sobre roca, como lo dice Jesús, es vivir y actuar desde mi centro, donde Él habita, y donde su Espíritu ora sin cesar con gemidos inefables.
No hay palabras, sino la suya, susurrada en el silencio. Sólo sentarme y estar. Sólo eso....

jueves, 21 de agosto de 2008

Paisaje


Allí está. Naturaleza exuberante, llena de vida en el verde, y esa plantita, casi seca, sola, en un primer plano en el centro. Ella muestra sus brotes incipientes, lo que puede ofrecer.
No desmerece al paisaje, sin embargo. Todo está bien. Todo tiene su lugar, todo tiene su razón de ser, como cada momento de mi vida.

miércoles, 20 de agosto de 2008

El poder del Amor

Mi mente suele darle muchas vueltas a las cosas, y se enreda. La meditación me conduce a trascenderla, pero a veces parece que contraataca, con más fuerza.
Lo que puedo observar es que ahora me doy cuenta de eso. Al tomar conciencia, pierde un poco su poder.
Hay dentro mío, más allá de ella y sus pensamientos y maquinaciones, un mundo mucho más grande, que no utiliza las palabras.
Allí reina el silencio, y de allí brota un Amor que es capaz hasta de amar a esa mente enloquecida, hasta dejarla en silencio, porque el Amor todo lo puede. Es como una llama, como el fuego que arrasa y consume todo: Pensamientos, inquietudes, deseos.

martes, 12 de agosto de 2008

No tiempo

Le dije a alguien: -leí que el tiempo en realidad no existe, que es una recreación mental-
Me miró sorprendido.-claro que existe. -Es algo así como un espacio-
Y vino a mi mente el recuerdo de ese inmenso espacio que se abre dentro de mí cuando medito, sin tiempo. A lo mejor la ausencia de tiempo genera espacio.
Mejor no pensar, mejor sólo vivir, estar presente, respirar, contemplar, no analizar, no etiquetar, dejar vacío ese "lugar", y simplemente "ser".



viernes, 1 de agosto de 2008

Nuevo grupo

Empezamos un nuevo grupo de meditación. Para sorpresa nuestra, asistió mucha gente. Se los veía interesados. No conocían nada acerca de esta disciplina. Estaban atentos, y a lo mejor les dijimos cosas que nunca habían escuchado.
Les explicamos el modo de hacer la práctica, y nos dispusimos a vivirla, sentados en círculo, como se podía a causa del número de personas. Cada uno se quedó en silencio y quietud, la mayoría de ellos por primera vez.
Se fueron a sus casas, todos con la tarea de meditar dos veces al día. Primera semana, que suele ser laboriosa.
Y yo? Igual que ellos. Sentarme y estar en silencio cada día. Porque no hay más que eso...

martes, 22 de julio de 2008

Espera confiada

Mi mente juega conmigo estos días, y me crea fantasmas, emociones, angustias innecesarias.
Sé muy bien que todo es falso, que yo no soy mis pensamientos ni mis emociones, pero no puedo evitar que me dominen por momentos.
Qué bueno es saber que todo es pasajero, y que así como esto vino se irá.
Y qué bueno recordar que en mi centro estas cosas no tienen poder, y que aunque no pueda estar allí más que por instantes, el "lugar" está intacto, y me espera siempre.
Me siento pacientemente a meditar, como en una espera confiada cada vez.

viernes, 18 de julio de 2008

Vacío y abismo

Y si me animo de una vez por todas a ni siquiera tener que aceptar las cosas que me pasan, porque ellas simplemente son, y mi mente ya no las juzga?
Y si dejo abrirse en mí ese espacio que es infinito, y lo dejo que esté allí, vacío?
Todo eso lo leo, lo entiendo, pero.... Lo vivo en realidad?
Me lleno a veces de pensamientos, y el abismo que el vacío me produce lo quiero esquivar.
La meditación me conduce a ese abismo inexorablemente.
Sólo la tengo que dejar ser en mí, aunque sienta inseguridad y miedo. El camino es ese.

martes, 24 de junio de 2008

Cuando medito

Cuando medito expreso mi naturaleza esencial, y soy yo misma presente, respirando.
Estoy rezando cuando medito? Yo siento que ni siquiera eso. Sólo estoy siendo.
El espacio se vuelve inmenso, y el tiempo no transcurre, deja de ser.
Hay una consciencia quieta, que está presente, unida a todo.
Hay un Amor inalterable, que no puedo perder, porque es en mí indefinidamente.
Y sin dejar de ser, me diluyo en ese amor, y floto en Él.
Cuando medito no me puedo perder, porque estoy en casa.

martes, 17 de junio de 2008

El Mandamiento del amor

Había estado pensando por años cómo sería eso de vivir amando que enseñó Jesús.
Me decía que yo no amo como Él, que no amo a todos de la misma manera.
Con la meditación voy descubriendo que el Amor que hay dentro de mí, que es como una fuente cuyo origen no está en mí, sino en Aquel que me habita y ama en mí, no es un amor emotivo. Simplemente ama porque es su esencia, como la flor que perfuma o el pájaro que canta.
Se difunde, y como sólo es Amor, abarca a todos y a todo, ya que no evalúa ni pone etiquetas. Todo es bueno en Él.
Voy comprendiendo entonces qué significa eso de que el Reino de los Cielos está dentro de mí, al alcance, presente aquí y ahora, y que es un Reino de AMOR.
Sentada en silencio o viviendo cada día de mi vida, respiro ese amor, que es gratuito y universal, eterno y constante, y que nada ni nadie me puede quitar.

lunes, 9 de junio de 2008

Mis amigos

Los amigos verdaderos lo siguen siendo aunque las tormentas amenacen y todo parezca desmoronarse. Ellos esperan en silencio cuando los herimos con nuestros nerviosismos y las deficiencias de nuestra personalidad. Ellos saben que volveremos, que despertaremos del sueño que dormimos. Ellos nos alientan cuando lo necesitamos, ellos quedan siempre a la distancia justa. No nos ahogan ni nos abandonan. Ellos son capaces de salirse de sus propios límites personales siempre que descubran que necesitamos su ayuda. Ellos tienen una palabra para nosotros, que puede no aportar la solución, ya que no lo saben todo, pero sí hacernos saber que nos tienen en cuenta. Yo doy las más profundas gracias por mis amigos, y espero ser siempre para ellos algo de lo que ellos son para mí.
Mis amigos están presentes dentro mío, y cuando medito estoy más unida a ellos que nunca.
Los amigos son un tesoro, que con su amor reflejan el Amor de Dios.

jueves, 5 de junio de 2008

Brisa suave

Lo que aprendo en el silencio, no se puede comparar con nada de lo que está escrito.
No me vale leer sobre la meditación, sino sólo meditar, sumergirme, y comprobar por mí misma, que ese silencio resulta amoroso y liberador, amplio en espacio y tiempo, pleno de todo aquello que es.
Y no importa que esté yo bien o mal, serena o nerviosa, triste o alegre, confiada o temerosa. Esas emociones humanas no llegan allí, a las profundidades de mí misma.
Sólo importa estar, tener la determinación de volver siempre, sin buscar nada en absoluto.
Sólo en el silencio de la meditación puedo descubrir la fuente del Amor, y comprobar que fui creada a imagen y semejanza de Dios.
Después, cuando vivo el resto del día, queda la brisa suave del encuentro grabada en mi andar, y se lo puedo contar a otros, para que ellos también se decidan a sentarse y meditar.

sábado, 31 de mayo de 2008

Resurgir

Va volviendo todo a su cauce normal, y pasadas las tormentas, que se llevaron mucho, el cielo es otra vez azul, el aire limpio, y el frío de mi ciudad aplaca las controversias.
Era necesario soltar. Y vacía, respirar hondo y estar en el centro, ese lugar espacioso y libre, en el que nunca necesito nada.
Era necesario irse, despegarse de lo que no estaba limpio, aunque causara dolor.
Ahora, el camino es tal vez más a la intemperie, o no.
Aquí y ahora, todo está bien.

viernes, 23 de mayo de 2008

Grupo de meditación

Sentados en círculo, en la penumbra del lugar que nos recibe siempre, las personas del grupo de meditación fuimos viviendo esos minutos, que se deslizaron con suavidad.
Nada interrumpió el momento, nada lo perturbó. Sólo estábamos, cada uno en soledad interior, y a la vez juntos, silencio compartido, en comunión.
Al terminar, nos miramos alegres. Estábamos unidos más allá de todo, y eso se notaba.
Nos fuimos de allí radiantes. No hay nada absolutamente que pueda borrar esos momentos, que los pueda empañar.
El Amor transforma nuestras vidas, y nos une cada semana en ese encuentro feliz.

domingo, 18 de mayo de 2008

Homilía de la Trinidad

Hoy se celebra en la Iglesia católica la fiesta de la Trinidad.
Y escuché estas palabras del sacerdote que me enseñó a meditar: Dios es feliz en sí mismo, y completo. Cuando uno está muy feliz por algo, quiere compartirlo con los demás. Y Él lo ha hecho con nosotros. Nos creó, y nos hace partícipes de su intimidad. Tenemos un significado y una misión: Ser su imagen y semejanza en el mundo. Hasta que no entramos en relación profunda con Él, en ese encuentro silencioso y muy interior, no podremos concretar nuestra vocación, y estaremos incompletos, no seremos felices, nos estará faltando algo.
A Dios nadie lo ha visto. Pero la mejor imagen suya está en Jesús. Por eso es su imagen la que nos invita a reproducir, una imagen humana y posible. Los santos intentaron hacerlo, y consagraron su vida a eso. Nosotros también lo podemos hacer, y entonces seremos felices y plenos.
Estas palabras me iluminaron hoy, y sacaron de mi interior el desconcierto que tenía.
No existe ninguna situación, por más temida o rechazada que sea, que nos pueda apartar de esa vocación sublime, que es la de conocer, estar con, ser con, servir, amar y dejarse amar por Dios.


Fracaso

¿Qué decir, qué hacer, cuando parece que se agotaron todas las instancias, cuando el esfuerzo pareció vano? ¿Qué actitud tomar, cuando todos los intentos fallaron, y sólo está allí la realidad de un fracaso?
De nuevo a lo mismo. Sólo sentarme y estar, mirar simplemente, buscar adentro, volver a casa.
Dios está más allá de estas cosas, y brilla su voluntad como una luz inextinguible, aún a pesar de mi fragilidad humana, de los aciertos y errores, de las palabras equivocadas, de las opiniones encontradas, del fracaso humano.
La meditación me devuelve al camino, porque sólo en el encuentro silencioso surge la Verdad, sólo en ese espacio amplio en el que soy, puedo tocar la fuente del Amor, que cubre toda mi imperfección.
Perseverar, estar, meditar sin cansarme. No hay nada más.

domingo, 11 de mayo de 2008

El silencio como respuesta

Cuando creo que las cosas están mal, o que están manejadas por el absurdo, cuando no tengo de dónde sostenerme, y dudo de todo, cuando la inseguridad y el dolor se apoderan de mí, y no puedo ver la luz, en ese momento en que no entiendo nada de lo que pasa, el silencio resulta ser la única salida.
Quedarme muda respirando, siendo. Nadie puede responder a mis preguntas, muchas de las cuales ni siquiera formulo. Sólo el silencio, estar sin más, respirar, y vivir.
Más allá de la realidad, por fría que sea, está la Verdad, que la trasciende. Y el Amor, que la eleva.
Más allá de la mentira y la hipocresía, está la mirada redentora de Aquél que fue envuelto por las tinieblas cuando llegó su hora, y resurgió libre y liberador.
El mensaje que llega no es el de las palabras, por más hermosas que sean, sino el de las acciones.
Y más allá, el silencio....

sábado, 3 de mayo de 2008

Ternura

Me senté sobre la alfombra de pasto, mullida, y apoyé las manos sobre él. Era una de esas hierbas con hojas redondas y pequeñas, muy verdes. Despedía un aroma fresco, más rico que cualquier perfume.
Me sentí amada, mimada por las plantas, por el aire fresco, por la tierra, por Dios.
No hicieron falta palabras, ni siquiera de agradecimiento.
Lo mejor era quedarme en silencio, escuchar el rumor de la brisa, y disfrutar la ternura del momento.
Lo mejor era dejarme amar.


domingo, 27 de abril de 2008

Meditación

Algo así como ir descubriendo que todo es una cosa sola, una unidad.
Como que el AMOR lo atraviesa todo, y lo vuelve transparente, uno, unido, junto.
Como que no hay nada que pedir, porque en el instante tengo todo lo que necesito para vivir y ser feliz.
Como que no hay ninguna palabra. Nada que expresar. Sólo ser.
Tampoco hay preguntas, y no porque hayan sido respondidas. No necesitaban respuesta. Sólo era escuchar y aceptarlas.
Y los colores son más vivos y deslumbrantes, y se respira nuevo aire, nueva Vida.
Y los sonidos son más puros, música del cielo.
Todo esto sentí hoy, o experimenté.
Y lo debo dejar ir, porque estos regalos no se pueden atrapar...


jueves, 17 de abril de 2008

Humo

De nuevo las tormentas, exteriores e interiores. Si hasta el aire que respiramos en esta ciudad donde vivo está enrarecido, a causa del humo que despide la quema de muchos kilómetros de pastizales. Toda la ciudad está cubierta de humo, y hasta dentro de mi casa está presente, desde hace varios días.
Sólo caminar en las tinieblas, sin nada a lo cual aferrarme, nada que esté claro y luminoso.
De nuevo cavar más adentro, donde no llegue el humo, donde la tormenta no hace ruido, donde las dudas que hay en mí resplandecen a causa del Amor.
Porque igual debo seguir. Sentarme a meditar en medio del humo, estar aquí, presente, y RESPIRAR!!

miércoles, 9 de abril de 2008

Absurdo

Cuando la contradicción toca a las puertas de mi vida, y empiezo a no entender nada de lo que pasa, cuando el absurdo se apodera de lo creía seguro, y llueven palabras sin sentido, faltas de sabiduría y de amor, allí mismo, lo que hago es anclarme más profundo todavía, cavar más hondo.
Porque el absurdo y el sin sentido se llenan de luz cuando el Amor los alcanza.
Volver, siempre volver. Y mirar la realidad desde el centro al que una y otra vez vuelvo.
De lo contrario, me desintegraría.
No hay cabida en mi centro para para la decepción, y tampoco en mi vida para detenerme.

miércoles, 2 de abril de 2008

Sólo estar allí

Él sólo estar presente de la meditación, así simplemente, sin nada agregado, me abre muchas veces un espacio muy grande donde me siento libre, en el que me ensancho sin limitaciones, en el que respiro sin tensiones.
En ese espacio, que es de dimensiones infinitas, puedo ser yo misma, y no tengo que hacer nada para quedar bien con nadie, ni para ser aceptada o apreciada.
Allí lo soy, sin importar cómo me siento, cómo actúo. Sólo importa estar.
No hay nada en ese lugar, nada de las cosas del mundo que producen confort, pero es realmente placentero estar ahí.
No hay paisajes encantados, ni música celestial, ni perfumes fragantes, nada que halague los sentidos. Pareciera que allí no hay nada, ni tiempo, ni personas.
Pero el sólo estar, me da Vida y me llena de Amor, como que en esa nada, está Todo.
Cómo no querer regresar, aunque muchas de las veces en que medito no percibo nada.
Igual estoy, me quedo, y soy, donde sea que deba estar, siendo una con todo lo que Es.


lunes, 24 de marzo de 2008

Pascua de resurrección

Y llegó la Pascua de resurrección. Quedó atrás el viernes Santo en el que meditamos en comunidad en medio de una furiosa tormenta, unidos en el silencio unos cuantos hermanos, contemplando el misterio de la cruz, y también el Sábado Santo con su silencio casi abrumador.
Hoy brilla en el corazón de la humanidad la luz del resucitado, vivo, presente en nuestro aquí y ahora, actuando por medio de su Espíritu en el centro de cada uno de nosotros, amando todo lo humano, dándole sentido a muestra vida.
Y la meditación me conduce hacia ese lugar, donde Él me ama, y desde donde puedo amar, y vivir cada momento como si fuera el único.
Una nueva Vida cada vez... siempre fresca, como recién comenzada.

viernes, 21 de marzo de 2008

Viernes Santo

Este viernes Santo es diferente para mí.
Siempre he participado de las celebraciones o conmemoraciones de la Iglesia.
Pero hoy lo siento más interior que eso. Nos reuniremos a meditar en comunidad, y desde el silencio compartido viviré la experiencia.
En ese silencio, a lo mejor suenen más claras las últimas palabras que Jesús pronunció.
Al entrar en él, dejando de lado mis criterios y mis reflexiones, resonará más vibrante el grito clamoroso de Jesús desde la Cruz: "Padre. Por qué me has abandonado"
Y unido a ese "por qué" que Él pronunció, dejo todos los que están en mi interior, de tantas cosas que no entiendo pero que son.
Antes el Viernes Santo era triste para mí. Ahora es muy interior, y en lo profundo de mi ser, no hay lugar para la tristeza, que es un sentimiento más externo y pasajero.

sábado, 15 de marzo de 2008

Ese aplauso de los niños

Por qué habrán aplaudido los niños después de meditar?
Habrán sentido algo de sosiego en medio de sus juegos, que estaban descontrolados?
Tantas veces me pasa que tengo el impulso de reír, cuando me levanto de mi lugar de meditación...
De aplaudir también?
Y ellos lo hicieron, muy espontáneamente.
Me he quedado pensando en eso.

Otra vez los niños

Salíamos del grupo de meditación. Los niños de catequesis corrían y gritaban.
Inesperadamente, mi compañero del grupo los llamó, y les preguntó si sabían lo que es meditar. Inmediatamente nos sentamos todos en el piso, en círculo.
Él les contó cómo se hace para meditar, y lo empezamos a hacer juntos, con los ojos cerrados.
Eran muchos niños, y estaban los hermanitos más pequeños. Algunos se reían. Pero hubo un momento, casi detenido, en que el silencio se apoderó de todos.
Cuando terminamos, ellos aplaudieron, nos preguntaron nuestros nombres y cuándo vamos a volver. "Todos los viernes", contestó mi compañero.
Yo me sentí desbordada. Sólo había estado allí, sin hacer nada, sentada, con los ojos cerrados, meditando con ellos, sin siquiera decirles nada, asombrada.
Salí de allí muy serena, con la alegría de esos chicos dentro.
Y con el agradecimiento por el regalo fabuloso que recibí.

miércoles, 12 de marzo de 2008

Momento

Ayer estuve en la fiesta de cumpleaños de mi sobrino, dos años de vida. Estaban allí unas cuantas familias, y muchos niños muy pequeños. Los he observado atentamente, y quedé maravillada.
Destaco de entre ellos a un bebé de diez meses, por el detalle de su mirada profunda.
Durante unos cuántos minutos, abstraído del ruido de los otros niños que reían y se movían de un lado a otro, observaba con detenimiento el botón de su camisita.
Estaba absorto, inmóvil, atento sólo a ese botón.
Nada lo desconcentraba. Nada le hacía desviar la atención de allí.
Cuando ese momento acabó, me miró con una gran sonrisa.
Y yo no pude más que sonreir también, sin decir nada.
Fue un momento especial, el bebé y yo, juntos, en atención pura, presentes, en silencio, y éramos los dos solos. Nadie más estaba allí.

lunes, 10 de marzo de 2008

Meditar juntos

Hay algo especial y distinto que se percibe al meditar en grupo. Y siento al hacerlo que me perdía de esa riqueza cuando meditaba sola.
La meditación grupal no me reemplaza la individual. Paro la enriquece.
Algo se da en el grupo a los demás, algo se recibe.
Un intercambio, un fluir, que no sé explicar pero que está, y queda huella después.
Ese estar sentado cerca de otro, haciendo lo mismo. Ese simplemente estar de todos.
Esa atención común al momento presente, el mismo para todos. Esa quietud compartida, ese respirar común, aspirando y exhalando el mismo aire, ese silencio que es más denso al ser de muchos. Una corriente profunda que nos une.
Todo un ambiente especial, de uno y de todos.
Y los que meditamos juntos nos hacemos más amigos.

martes, 4 de marzo de 2008

Gozo profundo

Hay una gozo que me surge desde dentro, como si un manantial lo produjera, y sale si se lo permito.
El camino para permitirlo es la meditación. Porque el ruido y los apuros lo tapan. Y en esos momentos sublimes, en cambio, son el ruido y los apuros los que quedan trascendidos.
Como todos, también yo busco la felicidad. Pero más de una vez lo he hecho afuera, en las cosas materiales, o en las ilusiones que crea la mente. Rara vez percibía que la única fuente de felicidad es interior.
Y no es felicidad de risas estruendosas ni de entretenimientos, sino serena y apacible. Por eso es gozo, ya que este es mucho más profundo.
Es como la certeza de que todo está bien, de que el Amor envuelve a la vida, de que hay algo seguro en lo que anclarme, que es mi centro, donde habita el que Es.
Es como la certeza de ser amada inmensamente y sin condiciones, que surge de quedarme en el silencio y la quietud, de ese estar atenta y vigilante en mi centro.
Y no hay palabras para describirlo. Hay que experimentarlo. Y está al alcance de todos. Solo tengo que animarme a dejar todo, sentarme y meditar.
Es una de las tantas paradojas: debo dejar de prestar demasiada atención a todo lo que creo que me hace feliz, para alcanzar ese gozo profundo. No tener nada para tenerlo todo.

miércoles, 27 de febrero de 2008

El único instante

Voy descubriendo la sencillez de cada único instante de mi vida.
No hay nada allí. Solo estoy yo. Y vislumbro la presencia de Otro, la fuente del Amor y la paz, el río de aguas mansas en el que puedo verme.
No necesito nada en los instantes.
Vividos uno por uno, sin adelantarme a intuir o preparar los que vienen después, sin detenerme a recordar los que ya pasaron, en cada uno tengo todo lo que necesito para vivir plenamente.
No hace falta más. Soy amada con el mayor amor que soy capaz de recibir, me rodea el aire que necesito al respirar, puedo ser consciente del instante hasta palpar de verdad que es el único.
Puedo en ese único latido del tiempo, dejar todo y sentarme, aspirar el aire y alabar, quedarme así abismada y contemplar.
O puedo estar aquí escribiendo ahora...

domingo, 24 de febrero de 2008

Compartir el instante

A la mañana temprano, más temprano que siempre, los ruidos todavía parece que no se despertaron. Entonces meditar es como más íntimo. Y el tiempo parece detenido.
Por un momento llego a vislumbrar algunas veces que la vida es sólo ese instante, que no hay nada más, en tiempo ni espacio.
Sólo es aquí y ahora. Esta es una vivencia liberadora. No hay preocupaciones por el futuro, ya que no hay futuro. Ni añoranzas o remembranzas del pasado, ya que tampoco hay pasado.
Sólo ese instante.
Y qué bueno fue que hoy alguien me compartió una experiencia similar. Hasta parecía que yo leía en el libro de su andar por este camino, mi propio andar.
Porque he leído acerca de estas cosas. Pero no se compara con vivirlas. Y escucharlas de otro que las vive también. Cuando uno se ve como en un espejo reflejado en el otro, en algún aspecto particular, en algún descubrimiento intuitivo.
Le doy gracias a ese amigo que compartió el instante conmigo. Y vuelvo a quedar asombrada por los matices de este camino.

lunes, 18 de febrero de 2008

tiempo perdido

Algunas veces medito con mucho sueño, o con poca disposición, y me quedo ahí igual. Parece un tiempo estéril, desperdiciado.
¿quién sabe en realidad lo que significa aprovecharlo?
Me ocurre que a lo largo del día, en esos días de tiempo "perdido", aparece algo que me remite a ese momento, como una vaga sensación de que nada se perdió, sino que sólo era un tiempo que yo creía inútil, por no poderlo manejar o controlar.
No sé cómo expresar esto en palabras. No alcanzan a describirlo. Las experiencias personales suelen ser intransferibles.
Un amigo me dijo que no importa. Que yo sé qué es lo que quiero expresar.
Por eso lo escribo. Y me quedo con la idea de que nunca es tiempo perdido meditar, esté como esté yo.



sábado, 16 de febrero de 2008

Desánimo

A veces no estoy bien de ánimo, y me parece que todo es lo mismo, y nada me alegra.
En esos momentos no tengo ganas de meditar.
Sin embargo, la práctica no se debe abandonar. Es como respirar.
Los estados de ánimo no interesan, y la esencia es trascenderlos, porque en la profundidad del ser ellos no tienen poder.
Sobre una espesa capa de nubes, si uno puede atravesarla, está el cielo azul y el sol brillando.
Traspasar la espesa capa del desánimo, y más allá, más adentro, brilla la luz del amor, incansablemente.
Dios me ama en esos momentos más que nunca, y ni siquiera tengo que pedirle nada. Él ve en mi interior y comprende. ¿Qué le voy a decir?
Sólo el silencio, y estar presente en mi aquí y mi ahora, simplemente estar, así como me encuentro.


jueves, 14 de febrero de 2008

Efectos

Jesús está presente en el entramado de mi vida, y desde mí misma mira las cosas que me rodean y las que están dentro mío. No se le escapa ningún detalle.
Él ama cada cosa que hay en mí, mucho más de lo que yo misma las puedo amar, porque tiene en sí mismo mi verdad, la conoce plenamente, la comprende en forma integral.
Mi vida está segura en Él.
La meditación me abre los ojos a esta realidad, y va logrando que trascienda mis pequeños límites, porque Él los toma y los ensancha. Mi percepción se agudiza, mi amor crece.
Yo, pequeña en todo, puedo ser grande en Él.
Solo dejarlo hacer. Y cuando medito, al silenciar mis pobres ideas y criterios, le abro el camino para mi transformación, para que su obra se realice en mí.
La meditación, aunque no busque en sí un propósito sino sólo estar y respirar, abre mis "sentidos" a su presencia y mi sensibilidad a su Amor.

lunes, 11 de febrero de 2008

Equilibrio

De cada tropiezo que tengo, voy aprendiendo algo, sobre todo de mi misma.
Entonces no hay situaciones malas, porque son peldaños para crecer.
Atravesar la vida con equilibrio, aceptando todo lo que en ella me ocurre, sin alegrarme excesivamente con los éxitos ni amargarme exageradamente por los fracasos.
Al meditar, la mente quieta no juzga, y va aprendiendo a no hacerlo en la vida.
Meditar me conduce a ese estado en el que todo es bueno, o mejor dicho, en el que todo es, simplemente.
Entonces puedo percibir a Dios, el que Es, dentro y fuera de mí.
Porque al abandonar las resistencias Él se hace presente con su Amor y su Luz.

jueves, 7 de febrero de 2008

Aventura

El camino hacia mi centro está salpicado de incertidumbres, y suele ser oscuro. Porque voy abandonando las seguridades en las que me apoyaba, y no va quedando nada.
Como dice San juan de la Cruz, sólo la llama del Amor es la que me guía. y esa llama viene de adentro. Es como un faro en medio de la tormenta, en la noche.
Si me dejo guiar por ella, no me puedo perder.
El Amor no pierde nada. En él, todo adquiere sentido y consistencia.
Sólo sentarme y estar, vivir, respirar.
Y se desborda hacia el afuera si lo dejo, y va iluminando lo que toca.
Entonces se unifica todo, se hace uno, me hago una con todo y con todos.
Maravillosa aventura esto de meditar!!


martes, 5 de febrero de 2008

Vaivenes

He vuelto a mi casa, y el clima agobiante ha caído sobre mí. Me había desacostumbrado. Sin embargo, aquí es donde vivo, en esta ciudad, en esta realidad, que no es ni buena ni mala, sino que simplemente es.
Y mi yo interior es el mismo acá o allá.
He experimentado eso en mi meditación de ayer. Ella va a todos lados conmigo, porque es parte de mí, o yo de ella. No sé.
Y es muy bueno estar anclada en algo que no cambia, que no pasa de moda ni tiene los vaivenes del tiempo y las distancias.
Desde mi interior, el que habita en mí y me ama en todo momento y lugar, me invita a trascender lo cotidiano viviendo con intensidad, cada cosa en su instante exacto, sin estar analizando lo que ocurre, sin juzgarlo, sin querer cambiarlo, sólo estando allí enteramente.
A la mañana y a la noche, sentarme y volver a mi centro, donde no hay nada más que Él y yo.

jueves, 31 de enero de 2008

Cambio de óptica

Cambio de planes, y me quedo por cinco días más en la costa.
Los considero regalados, y los vivo con esa óptica. Entonces todo me parece más radiante, y el tiempo se me pasa más lento. Cambio de óptica, y todo cambia.
¡Qué bueno poder hacer eso con el tiempo de la vida!
Como es regalo, cambiar la óptica y que entonces todo cambie.
Siento que la meditación me conduce a eso, aunque yo sea tan dura y me resista muchas veces.

martes, 29 de enero de 2008

Inclemencias

Estos días son ventosos y frescos. En la playa cuesta quedarse a causa del viento. De mañana temprano, he meditado igual, en medio de la inestabilidad que me circundaba, y pude estar en armonía con tanto movimiento de arena, con tanto ruido de viento en los oídos y de mar embravecido. Lo bueno de la meditación es que no depende de nada. Se lleva a todas partes, no ocupa lugar, está al alcance, y no necesita de buen tiempo o de buena disposición, porque la esencia es hacerlo igual.
Sólo necesita que yo esté, y soporta todas las inclemencias exteriores e interiores.

viernes, 25 de enero de 2008

La luna en el mar

Son hermosas estas noches porque la luna sale tarde y se refleja en el mar. Entonces sus aguas se vuelven plateadas y la espuma de las olas muy blanca.
Entonces hasta la arena brilla, y parece que todo canta una canción de amor.
Entonces aspiro el aire y con él entra en mí toda esa belleza, que me llena de alegría.
Entonces al exhalar devuelvo aire cargado de agradecimiento y entrega a quien me regala estas cosas.
Entonces no puedo hacer otra cosa que amar porque me siento inmensamente amada.
Y al regresar a mi cuarto, y meditar antes de dormir, queda en mí un diálogo amoroso sin palabras que me revive y me hace nueva, me refresca y me da paz.

martes, 22 de enero de 2008

Tesoros a mi alcance

El mar me muestra sus riquezas a cada momento, y sentada frente a él no dejo de agradecer el maravilloso regalo de su belleza.
Me quedo absorta contemplándolo durante horas, sin pensar, sin analizar nada, sólo estando, como al meditar. Es que al estar así, simplemente, en realidad medito.
Y van pasando los días de mis vacaciones, descanso que necesitaba, y por el que me siento feliz.
El amor que nace en mi centro, y que no es mío sino que lo recibo como regalo, se difunde, se expande fuera de mí y abarca todo lo que me rodea.
Al estar más descansada puedo percibirlo con claridad, y me llena de paz. El mar que me cautiva y el amor que me inunda.
Maravillosos tesoros que están a mi alcance sin que yo haga nada de mi parte para obtenerlos.

viernes, 18 de enero de 2008

Volver a casa

¿Qué estás haciendo ahí, tantas veces preocupada por cosas que no son del presente?
Es la pregunta que Alguien me hace cada vez que me siento ansiosa. Y ese Alguien me invita a volver a casa, a mi centro, donde no hay más que presente. Allí la ansiedad no tiene sentido, porque es un estado mental por algo que no es en ese momento.
Siempre volver a casa. Porque al irme todo se desdibuja y aparecen las contradicciones del afuera. Y para volver sólo tengo que sentarme en silencio, quietud y atención.
¡Qué maravilloso es conocer el camino para volver!!!

jueves, 17 de enero de 2008

La fuerza del mar

Ayer estuve sentada frente al mar, en una tarde muy ventosa. El mar furioso y muy violento, ganando terreno todo el tiempo, hasta que quedé atrás, contra los médanos en los que termina la playa, con el agua en los pies.
Lo observé con atención. Me sentí desbordada por su potencia y su bravura.
No estaba meditando, pero en el mismo acto de observar con atención la meditación me invadía.
Lo relaciono con los momentos tormentosos de mi vida, cuando los problemas o las incertidumbres me superan, y yo quedo acurrucada en un rincón para que no me aplasten.
Lo que debo hacer es estar atenta, observar, siempre estar, también en esos momentos.

miércoles, 16 de enero de 2008

Oscuro y a la vez luminoso

Ayer al anochecer, medité junto con mi hermana frente al mar. Fue una experiencia maravillosa. Me sentí muy unida a ella, y a todo.
Voy comprobando que este camino, a la vez que oscuro y bastante incierto, que me desconcierta en algunos momentos, también es luminoso y seguro.
Lo que debo aprender es que la seguridad no me la proporciono yo con mis métodos y razonamientos, sino que me la regala Otro, Aquél que es en sí mismo luz, Aquél que me llama cada vez a adentrarme más en lo desconocido abandonando las seguridades humanas, en pos de su presencia silenciosa en mi centro. Lo seguro aparece al abandonar mi propia seguridad.
No me canso de agradecer por esto, y quedo en silencio, sentada, respirando sin pensar.

martes, 15 de enero de 2008

Elegir la mejor parte

Por cada vez que dejo de hacer mis cosas de todos los días y me siento a meditar, percibo que estoy eligiendo la mejor parte, como en el Evangelio de Marta y María, la que no me será quitada.
Entonces ya no tienen cabida esas incertidumbres que cruzan mi cielo como nubes, aunque sigan estando. Es verdad que no estoy sola. Somos muchos en este camino, y si bien suele ser oscuro y despojado de magia, es real, y está inundado del Amor que nace en el centro y desde allí se expande.
Dios se encarga de poner siempre ángeles que nos reconfortan, y sólo nos pide la perseverancia en el estar, en silencio, quietud y soledad.
Maravillosa la oscuridad del camino porque conduce a la Luz.
Gracias al Señor y a todos esos amigos que acompañan y me llenan de felicidad!!!

lunes, 14 de enero de 2008

El camino del silencio

A medida que pasa el tiempo en este camino que voy transitando, muchas máscaras se van cayendo y voy abriendo los ojos a la realidad, que no es tan mágica como lo que venía viviendo hasta hace un tiempo. Eso me duele. Es como despertar de un sueño hermoso y comprobar que sólo era eso: Un sueño. Como salirme de un camino seguro y protegido para entrar en otro incierto y oscuro.
Pero a pesar de la nostalgia por la seguridad perdida, intuyo que esto me conduce a la Verdad, a la Plenitud, a la Vida, al Amor verdadero.
A ciegas, conducida por Alguien por el sendero del silencio, respirando el aire nuevo que recibo, sólo me resta seguir adelante, sin mirar lo que dejé.
Quedarme, estar simplemente, respirar, confiar, amar.

viernes, 11 de enero de 2008

Mi ego

Respirando sentada frente al mar, me descubro cada vez más pequeña. Entonces también mis problemas son algo insignificantes. Sin embargo, por allí anda siempre mi ego queriendo agrandarme, y entonces me empiezo a preocupar por las cosas, más de lo que ellas en realidad merecen. Y resulta que él va conmigo a todas partes, y me cuesta desprenderme. Sé que no es bueno para mí hacerle caso, pero muchas veces me encuentro más aferrada a él de lo que creía.
De última, me queda sonreirle con paciencia, y aceptarlo para que no me moleste.
Cuando respiro hondo frente al mar el ego sufre un golpe inesperado, y se molesta por eso.
Lo deberé trascender, como tantas otras cosas que hay en mí.
La práctica paciente y perseverante de la meditación es mi aliada. Todo va a estar bien.

martes, 8 de enero de 2008

Atardecer en el mar

Hoy el atardecer frente al mar fue majestuoso. Los colores del cielo daban la sensación de una fiesta, y se me contagiaba la alegría.
Los mismos colores se reflejaban en el agua, y había música en las olas.
Y el aroma de mar me embriagaba, y las gaviotas me sobrevolaban felices.
Aspiraba el aire profundamente, y recibía en mí toda esa energía de amor que me cautivaba.
Y al exhalar el aire devolvía amor como podía.
Una tarde maravillosa!!

domingo, 6 de enero de 2008

Lo único importante

Un amigo me recordó hoy que la contemplación no es importante, sino Dios.
Hay una gran verdad en eso. Y en realidad yo medito para dar con mi centro profundo, donde Él habita, donde está la fuente del Amor y del Bien.
Allí nace todo, y desde allí se irradia al entorno en el que vivo.
Dios es lo único importante, y centrar la vida en Él hace que valga la pena vivir.

sábado, 5 de enero de 2008

La grandeza del mar

Frente al mar, envuelta en su inmensidad y su omnipotencia, me siento siempre pequeña. Al estar allí, aspiro profundamente y recibo algo de la grandeza que me rodea, y al exhalar entrego mi pequeñez.
Me dejo un poco a mí misma en cuanto me voy haciendo una con lo que está allí, y entonces los problemas que a veces me acosan se ven insignificantes.
Sólo estar allí, simplemente. Nada debo aparentar, nada debo analizar, ni siquiera me tengo que apurar. Sólo estar, y observar...

jueves, 3 de enero de 2008

Tormenta

Ayer medité en medio de una tormenta, con unos rayos impresionantes que caían en el mar, y un ruido ensordecedor. Inmóvil, sentí algo así como que la tormenta pasaba a través de mí.
Y me dije: De nuevo los torbellinos de la vida, y sólo hay que quedarse sentados y respirar, sólo estar otra vez. Respiraba profundamente y entraba en mí el aire fresco con olor a lluvia. Un verdadero regalo. Mi corazón latía con serenidad en medio de toda la confusión.

martes, 1 de enero de 2008

Vacaciones

Estoy de vacaciones en el mar.
La cercanía de su fuerza y su belleza me llenan de alegría, y desde el centro de mí misma me nace un canto de agradecimiento al Señor.
Respiro profundamente y entra en mí el aire puro y limpio, a la vez que al exhalar entrego el resabio de todo un año vivido en la ciudad.
La meditación se me hace más vida aquí, y el arrullo del canto de las olas me eleva.
Sólo agradecimento, y amor...