miércoles, 12 de marzo de 2008

Momento

Ayer estuve en la fiesta de cumpleaños de mi sobrino, dos años de vida. Estaban allí unas cuantas familias, y muchos niños muy pequeños. Los he observado atentamente, y quedé maravillada.
Destaco de entre ellos a un bebé de diez meses, por el detalle de su mirada profunda.
Durante unos cuántos minutos, abstraído del ruido de los otros niños que reían y se movían de un lado a otro, observaba con detenimiento el botón de su camisita.
Estaba absorto, inmóvil, atento sólo a ese botón.
Nada lo desconcentraba. Nada le hacía desviar la atención de allí.
Cuando ese momento acabó, me miró con una gran sonrisa.
Y yo no pude más que sonreir también, sin decir nada.
Fue un momento especial, el bebé y yo, juntos, en atención pura, presentes, en silencio, y éramos los dos solos. Nadie más estaba allí.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que hermoso amiga, los dos estaban unidos en la presencia de Dios y lo expresaron en la calidez de sus gestos. Cuantas cosas dejamos de disfrutar por no estar atentos.Gracias por toda esa luz, que compartes conmigo.Te quiero mucho.
Nélida...

Blanca dijo...

Gracias a vos, querida amiga. Es verdad que nos perdemos de mucho cuando no estamos atentos.
Un beso