miércoles, 2 de abril de 2008

Sólo estar allí

Él sólo estar presente de la meditación, así simplemente, sin nada agregado, me abre muchas veces un espacio muy grande donde me siento libre, en el que me ensancho sin limitaciones, en el que respiro sin tensiones.
En ese espacio, que es de dimensiones infinitas, puedo ser yo misma, y no tengo que hacer nada para quedar bien con nadie, ni para ser aceptada o apreciada.
Allí lo soy, sin importar cómo me siento, cómo actúo. Sólo importa estar.
No hay nada en ese lugar, nada de las cosas del mundo que producen confort, pero es realmente placentero estar ahí.
No hay paisajes encantados, ni música celestial, ni perfumes fragantes, nada que halague los sentidos. Pareciera que allí no hay nada, ni tiempo, ni personas.
Pero el sólo estar, me da Vida y me llena de Amor, como que en esa nada, está Todo.
Cómo no querer regresar, aunque muchas de las veces en que medito no percibo nada.
Igual estoy, me quedo, y soy, donde sea que deba estar, siendo una con todo lo que Es.


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