domingo, 12 de julio de 2009

Causa de felicidad

¡Qué libre respiro cuando logro soltar algunas cosas a las que suelo aferrarme! Y qué bueno saber que aunque las haya soltado, no las he perdido de todos modos, sino que están ahí, y son libres.
Cuando quiero atrapar, retener, todo se me escapa y me sobreviene la angustia.
La meditación me lleva a soltar, y simplemente ocurre, de golpe. Es como un clic, un despertar. Suelto y listo, así sin más.
Pero me tengo que mantener atenta, porque ese soltar a veces no es definitivo, ya que puedo volver a querer atrapar lo que solté, o simplemente aferrarme a otra cosa. Parece que el estar apegada me produjera una cierta seguridad, que no es tal porque está mezclada con el temor de perder lo que ato.
Sólo soltar me libera del temor, me da esa libertad que se respira, deja libre a lo que amarraba, y entonces todo se vuelve feliz.
Inclusive aquello que creo amar, sólo será amado por mi si es libre. Cuando me apego no estoy amando en realidad. Soltar produce en mí una felicidad serena, esa alegría que no me pueden quitar, porque no depende de nada ni de nadie.

3 comentarios:

Angeles dijo...

Cuando uno suelta la vida fluye y sucede lo que por naturaleza es, la vida es así, hay que reaprenderlo o simplemente recordarlo.
Feliz semana sin apegos...
Besos:)

Delia dijo...

El soltar se va dando al mismo tiempo que meditamos, sin buscarlo, de pronto uno se da cuenta que ya desapareció un apego. Es cierto que puede volver pero uno ya tiene otra actitud; también es posible que aparezca un apego nuevo, por eso hace falta el "alerta sin opción". Nunca se llega a un estado definitivo, la actitud cambia y me parece que ahí está la fortaleza.
Una entrada que nos ayuda, gracias Blanca.
Un abrazo.

Blanca dijo...

Gracias, Angeles. "reaprender o recordar" Muy bueno.
Te deseo lo mismo para tu semana y te mando un abrazo.

Delia, eso es lo que quería expresar. Lo más importante es lo que decís de que ocurre sin buscarlo, y uno de pronto "se da cuenta que ya desapareció un apego"
Lo de "alerta sin opción" está genial. Gracias, y abrazo