sábado, 31 de octubre de 2009

Falsa espiritualidad

La espiritualidad no consiste es encontrar una falsa paz interior, que no compromete a nada, ni en repetir una y otra vez una palabra o una plegaria, ni en concentrarse en la respiración o en alguna otra cosa, ni en estar quietos todo el tiempo, ni mucho menos en leer muchos libros que hablen de la oración.
Todo eso debe ser un medio por el cual demos a Dios un "sí" incondicional a lo que es, y nos entreguemos a Él, para llegar a ser constructores de su Reino en el mundo. Si nos decimos cristianos, debemos hacer lo que Jesús hizo, y que se resume en AMAR, expresando ese amor en aquello que el momento indique.
Si quedándonos sentados meditando durante horas, al salir de allí siguiéramos teniendo las mismas actitudes egoístas, mirando sólo el interés personal y olvidando a los demás, entonces es que no entendimos nada. No es eso lo que nos susurra el Amor en nuestro ser profundo.
La oración profunda y silenciosa es camino de transfiguración. De lo contrario sólo es evasión.

14 comentarios:

Angeles dijo...

Por sus frutos los reconocerás.
La espiritualidad es una actitud ante la vida y se proyecta en nuestras acciones de cada día, desde lo pequeño.
Besos:)

Blanca dijo...

Es verdad, Angeles. Se proyecta desde el fondo, y es la expresión de lo que somos. A cada momento y en cada lugar.
Gracias por comentar y te mando un abrazo.

Jairo del Agua dijo...

No sé quién dijo: "La oración o es transformante o no es nada". Así es Blanca.

Este post es el complemento del anterior: entrar en el ser (el "santa santorum") es impregnarse de UNIDAD y FRATERNIDAD.

La Cruz lo resume y retrata como símbolo:

El palo vertical es la construcción de uno mismo desde lo hondo, el ascenso a la plenitud de la persona.

Mientras el palo horizontal es la expansión y la entrega a los otros.

Ambos palos cruzados (vertical y horizontal) representan la verdadera religión que nos trajo Cristo.

Una vez más, Blanca, haces teología sublime desde la sencillez de un post.

Gracias.

Jairo del Agua

Blanca dijo...

Gracias a vos, Jairo, por visitar mi blog y comentar. La "UNIDAD Y FRATERNIDAD" que descubrimos en lo profundo, debemos realizarlas en el exterior. Somos canales por los que circula el Amor. Si nos quedamos en esa falsa paz que no compromete, nos podremos llegar a sentir muy bien en alguno momentos, pero lo que estaremos haciendo es cerrar el canal, y entonces estancaremos al amor.
Eso se transformará entonces en fuente de infelicidad.
Te mando un abrazo.

Delia dijo...

Hola Blanca:

Nos extrañamos cuando pasan unos días sin novedades en la casa, no?
pero a pesar de las circunstancias, que van y vienen, podemos seguir en contacto y eso indica que estamos, como dice Santa Teresa, donde debemos estar.

De acuerdo totalmente con lo que expresás en esta entrada, no hay nada más peligroso que el "enamoramiento" de una condición espiritual, ahí es donde nos estancamos con menos posibilidades de salir. Como siempre "alerta sin opción".

Un abrazo.

Blanca dijo...

Hola, Delia!! Claro que nos extrañamos. Lo bueno es que como decís, a pesar de las circunstancias que van y vienen, podemos estar, unidos entre todos por medio del silencio y de la comunicación profunda, y por medio de las palabras en medios como este.
Es muy importante tu comentario: "Enamorados de una condición espiritual", es quedarnos en el camino sin buscar el verdadero amor, que es Dios en su plenitud.

¡OTRO CASTILLO! dijo...

Hola Blanca, hermoso post. Me quedó perfecto.

Siento que lo que escribiste es pura razón. La forma de encontrar espiritualidad es amando, no importa a quien.

PD siento no responderte por correo pero he tenido problemas con mi conexión.

Saludos.

Blanca dijo...

Gracias por compartir, Diego. Amar, no importa a quién, es amar a todos. El amor nos es un sentimiento, sino una acción, que surge desde dentro, porque nos es dado desde la fuente misma, que es Dios, para desparramarse a todos. Si no somos canales para el amor, no podemos hablar de espiritualidad. Muy bueno tu comentario, y nos comunicaremos cuando se pueda.

Anónimo dijo...

De acuerdo, querida Blanca... La espiritualidad debe ser Experiencia del Amor de DIOS... llevarLO, despiertos en nosotros ..y a los demás. Esa Experiencia de Su Amor, del Espíritu...pasa de ser un ideal...a una realidad...la VIDA.

Gracias, hermana...por compartir...tu experiencia Espiritual.


Un fuerte Abrazo

Carmen

Blanca dijo...

Gracias, Carmen. Cada vez me convenzo más de que la misma meditación, que es el camino espiritual que recorro, puede llegar a ser algo estéril si sólo nos dedicamos a meditar en los momentos que destinamos para eso, y no unimos esos tiempos al resto de nuestras actividades, a nuestra vida. La meditación no es para sentirnos mejor, sino para vaciarnos de nosotros mismos y encontrarnos con Dios. Por supuesto que nos sentiremos mejor, porque Dios es el sumo bien para nosotros. Pero Él nos mueve a transformarnos y ser canales de su Amor para todos.
Te mando un abrazo.

Delia dijo...

Hola Blanca:

Gracias por tu visita, estuve visitando los blogs en lo que participás, ya veo que estás muy atareada...lo mismo extraño tus entradas personales.

Muy bueno lo que publicaron en Lecturas Contemplativas, ese texto del monje Serafín fue uno de los primeros que leí cuando me inicié en estas lecturas y me encantó, por su profundidad y belleza.

Un fuerte abrazo.

Blanca dijo...

Gracias, Delia.
Estoy trabajando en ese blog, que es el de nuestros grupos, y además es la época en que me desborda el trabajo con los alumnos. Por eso no estoy poniendo entradas acá. Gracias por decir que las extrañás.
Te cuento que ese escrito lo usamos en los grupos y realmente es genial. Lo ponemos en práctica cuando empezamos un grupo, y también con los que llegan nuevos, con muy buenos resultados.
Te mando un abrazo, y a lo mejor si me da la cabeza hago alguna entrada acá en estos días.

Alex Serrano dijo...

Buen post! Si acaso la sabiduría espiritual se mide de alguna forma es en nuestra capacidad de dejar de hacer daño a uno mismo o a los demás. Saludos desde México =)

Blanca dijo...

Bienvenido, Alex.
Gracias por tus palabras. La capacidad de dejar de hacer daño aparece a medida que crecemos en el amor. Si la espiritualidad no nos conduce a ese crecimiento, no es verdadera.
Saludos desde Argentina