miércoles, 10 de septiembre de 2008

Sensación

Hay en mi interior algo así como un fuego de amor, o una fuerza, algo que no sé cómo describir.
Y una certeza que se adueña de mí, certeza de que ese AMOR es el que mueve todo, y que nada queda fuera de Dios, que es quien da origen a este manantial.
Si todo está contenido en Él, entonces no me puedo perder. Porque aunque me desvíe, Él también estará en el desvío, amando cada uno de mis pasos.
Tampoco puedo perder nada, porque nada se puede salir de Él.
Entonces no hay yo y fuera de mí otros, porque en Él, todos somos uno.
Es la sensación de seguridad que me queda después de abandonarlas todas, cuando me siento a meditar más allá de mí, trascendiendo lo que creo ser, y lo que creo que es Dios.

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