viernes, 5 de septiembre de 2008

Sólo sentarme y estar

La serena sensación de que Dios ya me ha dado desde siempre todo lo que necesito para ser feliz, emerge de los momentos en que estoy en silencio, sentada.
No tengo nada que buscar. Y cuando creo que sí, y me empiezo a enredar, es que estoy dormida, y creo que lo que mi mente fabrica, que son esas necesidades que debo cubrir para ser feliz, son reales.
Nada es real, sino Sólo Dios, continuamente creando todo con el poder de su Amor.
Construir mi casa sobre roca, como lo dice Jesús, es vivir y actuar desde mi centro, donde Él habita, y donde su Espíritu ora sin cesar con gemidos inefables.
No hay palabras, sino la suya, susurrada en el silencio. Sólo sentarme y estar. Sólo eso....

No hay comentarios: