sábado, 8 de diciembre de 2007

Estos días

Cuando llega esta parte del año, muchas veces me ha abrumado la cantidad de alumnos que tengo y las horas que dedico a dar mis clases.
Sin embargo, voy observando que este también es un tiempo de estar presente, y el trabajo espiritual se desarrolla también mientras doy clases.
Así como respiro siempre, del mismo modo debo estar atenta. Dios se transparenta en la mirada de cada joven, y hasta toma la forma de los números que escribo. Si me dejo llevar de su amor, las horas de clase son peldaños de mi subida.
El viaje hacia las cumbres no se detiene.

No hay comentarios: