miércoles, 14 de noviembre de 2007

Amor contagioso

Hay como un fuego de amor en el corazón de los que meditamos. Lo siento en mí, y me quema. Lo puedo ver en mis compañeros de ruta, y me alegra la vida.
A lo mejor sea que llegamos a tocar la fuente del Amor, de donde nace todo. Porque veo que no viene de mí. Sólo me toma y se expande.
Mi corazón ama con un amor que es más grande que el mío. Otro ama en lugar de mí.
Por eso estallo de alegría y de agradecimiento.
También al comprobar que ese amor fluye como un río manso y es contagioso, pero no necesita sanar, porque no es enfermedad.
El amor inunda todo, y se impone a todo. Nada se le puede resistir.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

MUY LINDO TU PENSAR ESTAS LLENAS DEL AMOR DE DIOS, ME ALEGRA VER QUE EN ESTE MUNDO AYA PERSONAS COMO TU QUE LE ALEGREN LA VIDA A OTROS Y QUE CON TANTO AMOR ILUMINES CADA DÍA EL CAMINAR DE LA VIDA QUE DIOS TE BENDIGA...

Blanca dijo...

Gracias a vos por visitar el blog, por leer y escribir este lindo comentario. Bienvenida, o bienvenido.
Me encantaría que pusieras tu nombre para tenerte presente.
Besos

Anónimo dijo...

Comprendo muy bien tu mensaje y lo comparto, Blanca. Una vez que tocamos la Fuente del Amor, no podemos cesar de recurrir a ella - es más fuerte que nosotros. Todo lo que ocurre en nuestro mundo se transforma. Nos encontramos amando todo, aceptando la vida y hasta la muerte cobra otro sentido. El amor tiene sus caminos y poco a poco integra todas nuestras dimensiones, especialmente cuando compartimos en la amistad.

Gracias por tu claridad de espíritu, Blanca y por el gran amor de la que eres testigo.

Blanca dijo...

Así es, Lucy.
Somos testigos del Amor, y por eso lo proclamamos, con palabras o sin ellas, y no podemos dejar de hacerlo.
Gracias por leer y compartir.
Te quiero mucho, amiga.