miércoles, 14 de noviembre de 2007

Verdades enterradas

Para mí, como cristiana, Jesús es el centro de mi vida. Y cuando me enseñaron a meditar, lo descubrí por mí misma.
La meditación abrió mi ser al Ser, y de allí van surgiendo en su pureza las verdades, guardadas dentro mío por quien me habita.
Entonces ya no es leer, ni guardar conceptos que me fueron enseñando. Los conceptos y las palabras no valen frente a la realidad de lo que Es, y a ella no tengo que guardarla yo. Ya está allí y se va descubriendo con cada ir y venir de mi respiración. La realidad está presente en mí.
Sólo hay que desenterrar...
¡Benditos momentos de luz!!!

2 comentarios:

JustThis dijo...

llega el momento donde el aprendizaje solo viene de la practica. es bueno leer acerca de meditacion, pero despues hay q dejar los libros y aprender de la practica. ese es el aprendizaje mas valioso! el mas real, porque vamos haciendo nuestra propia version de las cosas, la que mejor se adapta a nosotros...
besos

Blanca dijo...

Es así. La práctica es irremplazable.
Lo más real y auténtico.
Gracias, amigo.