domingo, 11 de noviembre de 2007

Viaje al interior

Acerca del sentido que algunos le dan a la meditación, que es "ser conducido hacia el centro", puedo comprobar en mi vida que no soy yo la que viajo a mi interior.
La meditación no la hago yo. Es Otro el que me conduce. Es ese Otro el que la ha colocado en mí.
Yo sólo estoy allí, me quedo. Vivo el aquí y el ahora mientras respiro, y ella surge desde lo más profundo.
Por eso es muy simple, un dejar hacer, sin poner el intelecto, ni las ideas, ni los conceptos.
Despojada de todo, vacía, para que el Todo me habite plenamente...

¡Qué dicha en esos momentos !!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando uno se acerca al vacío se sufre mucho, debido a las renuncias que hay que hacer, a pesar que también se lo ansía, el apego al yo es muy duro, pero desde ahí, se puede vislumbrar que es viviendo en el vacío donde se consigue la paz y la felicidad.

Te quiero mucho, a pesar de mi locura.

Blanca dijo...

Gracias por leer y comentar.
Yo también te quiero mucho.
Después de todo no estás tan loco.
"viviendo en el vacío se consigue la paz y la felicidad"