jueves, 22 de noviembre de 2007

Nubes

Algunas nubes cruzan mi cielo hoy.
Son parte de la vida. Y a pesar de tanto que leo y que trato de practicar, qué difícil me resulta convivir con ellas.
He meditado, y están ahí. Perseverar es la cuestión, sentarme igual. Estar simplemente.
Sólo observar. No analizar. No juzgar. No tratar de entender lo que no entiendo.
Esperar y confiar, en el AMOR que es capaz de atravesarlas y hacer brillar el sol en mí.
En medio de las nubes no veo nada. Y sin embargo intuyo que igual todo está bien.
Se necesitan las lágrimas para limpiar el alma, como las nubes que traen la lluvia, para limpiar los campos y el aire.
¿Quién dijo que el cielo tiene que estar siempre azul?




2 comentarios:

El Deivid !!! dijo...

En los momentos ensombrecidos por las nubes, uno se olvida rápido de ciertas cosas que cree ya aclaradas.
Te sientes atascado, abatido... como si no avanzaras, habiendo retrocedido en ciertos aspectos. Algunos formando parte de la base que sustenta la confianza de uno mismo en el día a día.
Como bien dices, no todo són días soleados, y de vez en cuando viene bien lavar nuestras ideas, aclarar nuestras incertidumbres y avanzar ampliando tu grado de comprensión a la vez que aprendes de cada situación. Al fin y al cabo, nosotros decidimos el grado que queremos que nos afecten las cosas.

El maestro declara:
"El ser permanece libre de las ataduras del cuerpo y de la mente"

Gracias a mi mejor amiga, empiezo a comprender que uno sólo se libera a través de la meditación... a través de la conexión con uno mismo.

Lo siento si me enrrollo pero encuentro muy interesante el contenido de tu blog, y como has podido ver despiertas la mente de quien lee tus posts.

Blanca dijo...

De nuevo gracias. Siento que la meditación no me libera de las cargas de la vida, pero me permite ser més objetiva, y hasta llegar a amar las dificultades del camino.
"El ser permanece libre.."
Y esos momentos de silencio apuntan a conectarse con él.