miércoles, 7 de noviembre de 2007

Un regalo

Mi primer maestro en el camino del Zen me dio este escrito, y olvidé de dónde es:

"cuando volvemos a casa hacia nosotros mismos
la respiración bombea dicha en un enorme espacio
de silencioso ser.

Escuchando estas palabras el ego dice:
-Quiero esto. Tengo que trabajar mucho
antes de que pueda volver a casa.
Tengo que hacerme merecedor-

Pero el lugar que realmente nos nutre
nos recibe de una forma misteriosa
y realmente no le importa
lo que hemos hecho
o quién pensamos que somos
o qué imaginamos que necesitamos hacer"

Siento entonces que simplemente la meditación es un regalo,
que no se merece. Sólo se recibe.
Estoy profundamente agradecida a Dios, y a mi maestro, por el mejor regalo que he recibido en mi vida.

4 comentarios:

JustThis dijo...

Es el unico camino
:)

Blanca dijo...

Pero cuesta dejar al ego atrás.
Se resiste, crea inseguridad.
Gracias por leer y comentar, amigo.

Anónimo dijo...

Eso si es verdad aveces creo que uno no tiene un camino para salir de tantos problemas que la vida nos presenta pero, cuando uno medita esos problemas se convierten en cosas insignificantes y Dios nos habré la visión para seguir adelante chao... ;):):D

Blanca dijo...

Él abre nuevos caminos en nuestra vida, insospechados.
Gracias por compartir.
Un abrazo